Opdenergy desafía los mercados
Opdenergy anunció ayer una nueva intentona de salir a Bolsa y, para no cometer los errores del año pasado y tener que dar marcha atrás en el proceso, la compañía está muy cerca de cerrar un acuerdo con los Domínguez de la Maza, los propietarios de Mayoral, que prácticamente aseguraría el éxito de la operación. Con el apoyo de la familia empresarial andaluza, que estudia aportar en torno a 50 millones de euros, Opdenergy se garantiza el 25% de su estreno bursátil, en el que busca una valoración de hasta 775 millones de euros. Llegar al parqué es uno de los grandes objetivos del grupo de energías renovables desde hace tiempo y, por eso, la compañía ha aprovechado la ventana de oportunidad que se ha abierto recientemente en los mercados de capitales –como ha demostrado la reciente ampliación de capital que acaba de ejecutar Grenergy de la mano de Citi– para poner toda la carne en el asador y tratar de cumplir una de sus grandes metas estratégicas. Pese al elevado interés de los grandes inversores institucionales por posicionarse en energías renovables, la operación supone todo un desafío ya que desde que estalló la guerra de Ucrania las colocaciones públicas en Europa se pueden contar prácticamente con los dedos de una mano como consecuencia de un escenario de alta volatilidad. En España, la invasión rusa ya frustró la salida a Bolsa planeada por Mecalux para comienzos del pasado mes de abril, así como la de Ibercaja, aunque el feedback positivo por parte de los inversores institucionales con los que se ha reunido Opdenergy durante el road show efectuado en las últimas semanas hace pensar que el estreno bursátil de la compañía será exitoso incluso en un contexto de incertidumbre global. Banco Santander, Barclays y Société Générale están a cargo de la operación, en la que también participa, en un escalón inferior, JB Capital. El sindicato de entidades financieras encargado de llevar Opdenergy a la Bolsa está compuesto por Banco Cooperativo, GVC Gaesco, Banca March y Renta 4.