Primera gran noticia de la Cumbre: Normalizadas las relaciones con EEUU
Los encuentros de Joe Biden con el Rey Felipe y con Pedro Sánchez han servido para escenificar las nuevas relaciones entre los países, enrarecidas por decisiones de Rodríguez Zapatero y las sanciones de Donald Trump.
El martes fue un día importante para España, anfitriona de la Cumbre de la OTAN. Además del éxito de organización de los primeros actos de la reunión, se produjo un paso importante en la normalización de las relaciones con Estados Unidos. Los encuentros del presidente norteamericano, Joe Biden, con el Rey Felipe y con Pedro Sánchez sirvieron para escenificar las nuevas relaciones entre ambos países, enrarecidas tras los gestos y decisiones antiamericanas de José Luis Rodríguez Zapatero y las sanciones económicas y comerciales impuestas a nuestro país por Donald Trump.
Tras hora y media de reunión entre Biden y Sánchez en la Moncloa, después de varios intentos frustrados de encuentros por parte de nuestro presidente, ambos líderes escenificaron una nueva era en las relaciones mutuas. “España es un aliado indispensable”, dijo el presidente de Estados Unidos, que añadió que nuestro apoyo en Latinoamérica “es determinante”. Por su parte, el líder socialista afirmó con la mejor de sus sonrisas que “somos aliados, somos socios estratégicos y amigos”.
El precio de esa nueva relación bilateral ha sido el acuerdo para que nuestro país acoja en la base de Rota (Cádiz) seis destructores norteamericanos, frente a los cuatro actuales, y 1.800 marineros frente a los 1.200 que residen en la actualidad. Una decisión que se llevaba negociando durante meses y que incluye el apoyo implícito de la primera potencia mundial a fortalecer la defensa de la frontera sur europea por parte de la OTAN. Una buena noticia, sin duda.
La ampliación del despliegue militar de Estados Unidos en España exigirá modificar el acuerdo bilateral entre ambos países. El convenio de cooperación de Defensa con Estados Unidos data de 1988, siendo presidente el socialista Felipe González, y establece que se prorrogue automáticamente cada año. Sin embargo, las nuevas condiciones exigen la aprobación del Consejo de Ministros y el refrendo del Parlamento.
En un país normal, esta aprobación no plantearía problemas, ni dentro del Ejecutivo ni en la Cortes; pero España es diferente y no hay que descartar que los socios minoritarios del Gobierno, Unidas Podemos, se opongan a la medida, o que el partido que lidera la oposición, el PP, plantee más problemas de los razonables. A estas alturas, nadie debería dudar de que apoyar el despliegue militar de la primera potencia mundial, que además aporta la mayor parte del presupuesto de la OTAN, es imprescindible frente a la amenaza creciente de Rusia y su sangrienta invasión de Ucrania.
Críticas a la política militar
Pero los líderes de la formación morada llevan meses empecinados en criticar la ayuda militar española al gobierno de Volodimir Zelensky y la propia celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid. No hay que descartar que hagan oír su voz contraria en el Consejo de Ministros e incluso en el Parlamento. Lo mismo podría suceder con el resto de los aliados de los socialistas en las Cortes. Los independentistas tratarán, una vez más, de sacar tajada a cambio de su apoyo.
No hay que olvidar que la existencia de estos socios de los socialistas (UP, ERC, EH Bildu…), ha pesado en las relaciones entre nuestro país y EEUU. En Washington siempre han visto con malos ojos el apoyo de los partidos de la izquierda española a los caudillos latinoamericanos, especialmente en Venezuela, Cuba y otros países bolivarianos. Ministros y secretarios de Estados de Podemos e Izquierda Unida han escenificado en los últimos días su oposición a la política de defensa de la OTAN y la UE, participando incluso en manifestaciones contra la celebración de la cumbre.
La buena relación del Rey con Biden ha ayudado a mejorar las conexiones entre ambos países
En cuanto al PP, es de esperar que su nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, apoye abiertamente el nuevo convenio de cooperación de defensa con Estados Unidos. La actitud teóricamente dialogante del presidente popular tiene ahora una gran oportunidad para colaborar con el Gobierno en una política que beneficia a nuestro país. Sánchez está jugando fuerte en el apoyo a Ucrania, junto con el resto de los países de la Unión Europea y en la normalización de las relaciones con la primera potencia mundial. La totalidad de los líderes de Occidente han destacado la necesidad de defender la democracia y la libertad ante la agresión de Rusia y Feijóo no debería plantear la más mínima duda sobre la conveniencia de este convenio.
PSOE y PP deberían avanzar juntos, al margen de las luchas partidistas, en este camino de normalización de las relaciones con EEUU. No hay que olvidar que el país norteamericano es el primer inversor en España en términos de stock y el primer destino de las inversiones españolas. Eso sin contar que el volumen de la balanza comercial entre ambas naciones (exportaciones y exportaciones de bienes y servicios), alcanzó en 2021 la cifra de 43.797 millones de euros, un 11% mayor que la de 2020, de 36.461 millones.
Las sanciones impuestas por Trump contra diversos sectores económicos españoles en aplicación de la Ley Helms Burton o en represalia por la tasa Google, hicieron un daño irreparable a nuestra economía. Es el momento de cerrar las viejas heridas y avanzar en la senda de la colaboración, de forma unida.
Es digno de destacar el papel que siempre ha desempeñado la Monarquía española en las relaciones con Estados. Primero el Rey Juan Carlos y luego Felipe VI, han intervenido siempre que ha sido necesario para encarrilar la situación cuando se planteaban problemas. La magnífica relación entre Biden y nuestro monarca ha quedado más que patente en los encuentros de esta misma semana.
El PSOE y el PP deberían avanzar juntos en la normalización de las relaciones con EEUU