El cómic que inspira los avatares de Silicon Valley
EL LIBRO ‘UNDERSTANDING COMICS’ DE SCOTT MCCLOUND SIRVE COMO PUNTO DE PARTIDA ESTÉTICO PARA LAS TECNOLÓGICAS AL DISEÑAR LOS AVATARES ONLINE.
Financial Times
Publicado por primera vez hace 30 años, Understanding Comics, de Scott McCloud, es el libro definitivo sobre cómics. Se trata de un discurso ilustrado sobre la mecánica de la narración y el vocabulario visual, y se ha convertido en una referencia para los que crean gráficos para todo tipo de cosas, desde señales de tráfico hasta iconos de apps. Andy Hertzfeld, que ayudó a diseñar el Mac original de Apple, calificó el libro de “rotundo acierto”.
McCloud ha dado charlas en Google y Pixar, y en empresas de videojuegos como Blizzard y Electronic Arts. En Bitmoji, el desarrollador de avatares de dibujos animados del grupo propietario de Snapchat, Understanding Comics se entrega a los artistas recién contratados. “Es nuestra biblia en el estudio”, asegura el fundador de Bitmoji, Ba Blackstock.
Un área especialmente inspiradora para McCloud ahora mismo son los avatares. Desde World of Warcraft hasta Fortnite y Roblox, millones de jugadores adoptan la forma de dibujos animados para jugar y socializar online a diario. Mientras Silicon Valley se esfuerza por crear el metaverso, las grandes tecnológicas también quieren contar con sus propios avatares.
El mes pasado, TikTok fue la última en lanzar sus avatares, permitiendo a los creadores insertar caricaturas virtuales de sí mismos en sus vídeos. Con acabados de efecto aerografiado y peinados de plástico, los muñecos digitales de TikTok utilizan un estilo similar al de los Memoji de Apple o los avatares de Meta. Comenzaron su andadura con sus auriculares de realidad virtual y ahora también están disponibles en Facebook e Instagram.
Toda empresa que desarrolla este tipo de productos se enfrenta a un dilema: dónde situar sus diseños en el espectro entre el realismo y la abstracción que describe McCloud.
En su opinión, los avatares más reconocibles pueden ser más eficaces, pero es difícil que resulten familiares y fáciles de personalizar. Un exceso de opciones de configuración –infinidad de ojos, narices, cortes de pelo y formas de barbilla– puede resultar abrumador para los usuarios. Y contar con pocas alternativas hace que el personaje parezca genérico.
Las investigaciones académicas y la intuición sugieren que preferimos una versión fotorrealista de nosotros mismos en Internet. Epic Games, la empresa que está detrás de Fortnite, ha creado un “Metahuman Creator”, una herramienta gratuita para que los desarrolladores de juegos puedan crear humanos virtuales fotorrealistas en cuestión de minutos. Lo que nos lleva a preguntarnos por qué los diseñadores de avatares optan por los dibujos animados.
Incluso con los avances en el aprendizaje automático que han ayudado a perfeccionar a las personas digitales, los seres humanos reales están acostumbrados a detectar a los impostores. Instintivamente nos asustan.
Blackstock, de Bitmoji, sostiene que un avatar más sencillo puede ser más expresivo que uno realista. “Cuando se presenta a alguien con una ilustración limpia y clara, se transmite mucha información”, sostiene. “No sólo en el aspecto de ese personaje, sino en la forma en que está planteado su cuerpo, su expresión facial, la forma de levantar la ceja”, añade. Esta es una idea que McCloud examinó en su libro.
En un entorno profesional, transmitir los matices de la comunicación es aún más importante. El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, ha predicho que en el metaverso utilizaremos avatares fotorrealistas para trabajar y otros más estilizados para “pasar el rato” con los amigos. Pero, después de leer Understanding Comics, queda la impresión de que es mejor ir a la oficina virtual vestido como un personaje de dibujos animados que como un humano.
El libro fue publicado hace 30 años, pero es la referencia para los creativos californianos
TikTok ha sido una de las últimas empresas tecnológicas en crear avatares