El conflicto de Ucrania en las perspectivas mundiales
No hay indicios que indiquen que la guerra de Ucrania esté más cerca de resolverse, lo que aumenta la incertidumbre de los inversores. El impacto económico de la guerra y los costes humanos siguen aumentando. Las continuas interrupciones logísticas de las materias primas, los alimentos y la elevada inflación pueden recortar un 1% del producto interior bruto (PIB) mundial en 2022.
No hay ninguna razón para ajustar la expectativa de una guerra prolongada, basada en las circunstancias militares y políticas. Cualquier implicación directa de la OTAN en el conflicto, que es poco probable, duplicaría el impacto sobre el PIB mundial. Trágicamente, en este momento, un alto el fuego parece el escenario más remoto.
Desgaste y reclutamiento
Sobre el terreno, el ejército ruso sigue bombardeando sistemáticamente las ciudades ucranianas del este y el sur del país, además de lanzar ataques contra la población civil. El ejército ruso se ha decantado por tácticas que concentran la potencia de fuego y coordinan mejor los ataques aéreos y terrestres. Las líneas del frente se están convirtiendo cada vez más en una guerra de desgaste, ya que Rusia realiza bombardeos de largo alcance, disparando hasta 50.000 proyectiles de artillería al día a los que Ucrania sólo puede responder con una décima parte. A ese ritmo, el compromiso reciente de Estados Unidos de suministrar 220.000 proyectiles a Ucrania sólo les pondría en igualdad de condiciones durante unos días.
Gran parte depende del equilibrio entre las pérdidas ucranianas y rusas, y de la capacidad de Occidente para acelerar el suministro de municiones y armas de mayor alcance a Ucrania. Estados Unidos y Reino Unido estiman que el ejército ruso ha sufrido entre 16.000 y 20.000 soldados muertos en los primeros tres meses. Por su parte, Rusia ha registrado alrededor de 4.000 muertes militares.
Una OTAN en expansión
En el plano internacional, hay muchos indicios de la evolución de las prioridades geopolíticas. La semana pasada, los líderes del G7 prometieron apoyar a Ucrania “durante todo el tiempo necesario” y en la reunión de la OTAN se estableció un nuevo “concepto estratégico” que eliminó la definición de 2010 que describía a Rusia como “socio estratégico”. En su lugar, Rusia es ahora “la amenaza