... Y el BCE pide que ese fondo sea una prioridad
El Banco Central Europeo sueña con el Fondo de Garantía de Depósitos Europeo (Edis, por sus siglas en inglés), con completar la Unión Bancaria que el resto de instituciones europeas llevan años desdeñando por cuestiones políticas. Para el supervisor único, se trata de un mecanismo “clave” en el desarrollo del sistema financiero comunitario, una pieza del engranaje que ayudará a que futuras crisis requieran un uso menor del dinero público para salvaguardar la estabilidad financiera y reduzcan el riesgo moral de la actividad bancaria.
En una respuesta a la consulta de la Comisión Europea sobre la adecuación de las ayudas públicas como instrumento para salvaguardar la estabilidad financiera, el banco central con sede en Fráncfort señala que “con la creación o el refuerzo de redes de seguridad europeas financiadas por la banca, como el Edis, la necesidad de depender en el futuro de los Gobiernos en las crisis bancarias remitiría”.
A juicio del BCE, “esto ayudaría a mejorar el nivel del sistema bancario y a limitar el riesgo de que volviera a producirse una espiral entre la salud de las entidades y la solvencia de la deuda pública” y, por ello, recalca que debería ser “una prioridad” de la agenda política avanzar en este camino.
Dinero público
Por el momento, y pese al significativo esfuerzo del sector por reforzar sus niveles de capital, el BCE reconoce que es necesario mantener el recurso de las ayudas públicas –limitadas y condicionadas– como una opción para abordar situaciones de crisis bancarias. Sin embargo, la institución detalla caso por caso las mejoras que identifica que podrían abordarse:
En el campo de los bancos con problemas de liquidez, pero solventes, el BCE no ve problema alguno en el uso de dinero público para contener males puntuales que de otra forma podrían acabar en la resolución de la entidad. Siempre y cuando se garantice que estas inyecciones son temporales y van a ser repagadas, el sistema actual debería mantenerse.
En cuanto a los problemas que se derivan en una reestructuración tras la que el banco podría seguir operando, el BCE pide que, a falta de un fondo comunitario, las instituciones unifiquen los criterios para acceder preventivamente a los distintos fondos de garantía de depósitos nacionales. Según advierte el supervisor, el hecho de que un banco en un país pueda recapitalizarse con dinero público a través de este fondo y no se limite a las aportaciones privadas al mismo distorsiona la competencia en el sector.
“Aunque la reestructuración preventiva puede ser una herramienta útil en la gestión de crisis, debería ser utilizada de forma clara, especificando cuándo debe declararse el banco en resolución, y limitarse a las aportaciones privadas”, explica el BCE.
Por último, en las resoluciones, el supervisor recuerda que un banco puede obtener una ayuda después de que todos los acreedores subordinados se hayan volatilizado. Para acceder al dinero del fondo de resolución europeo, sin embargo, se exige antes impagar un 8% del pasivo, algo que en los bancos más pequeños llevaría a los depositantes a asumir pérdidas, lo que puede crear inestabilidad. El BCE pide unificar los criterios para recurrir al dinero público en los casos en los que hacerlo resulte más eficiente.
El supervisor insiste en avanzar en el mecanismo clave para la Unión Bancaria