LAS ADQUISICIONES EN EL MUNDO
Valor de las fusiones y adquisiciones anunciadas cada ejercicio a nivel global, en miles de millones de dólares
Tras el récord histórico en el valor de las fusiones y adquisiciones alcanzado el año pasado a nivel global, el ritmo de operaciones está bajando de manera significativa en 2022 por la incertidumbre económica desatada por la guerra en Ucrania, el repunte de la inflación y las subidas de tipos de interés.
En el primer semestre de 2022, según datos de Dealogic, el importe de las transacciones anunciadas se situó en 2,2 billones de dólares (2,1 billones de euros), lo que supone un descenso del 23% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando el proceso de salida de la pandemia y los bajos costes de financiación dispararon el número de acuerdos.
“Las operaciones han bajado casi una cuarta parte conforme las grandes economías elevan los tipos de interés para contener la inflación galopante, unido al conflicto en Ucrania y al giro bajista de las bolsas”, explican los analistas de Dealogic.
En esas circunstancias, los consejos de administración tienen mucha menos confianza para aprobar adquisiciones, y valorar los activos es más difícil cuando no se sabe hasta dónde pueden subir los costes de financiación ni si habrá una recesión que mermará los beneficios de los negocios.
Arrepentimiento
Prueba de todo ello es la polémica retirada de la oferta presentada por Elon Musk para comprar Twitter por 44.000 millones de dólares, al darse cuenta de que podía haber pagado en exceso ante el cambio de situación en los mercados.
Pese a todo, teniendo en cuenta las circunstancias, el nivel de operaciones sigue siendo elevado desde una perspectiva histórica, por encima de 2020 (año de comienzo de la pandemia) y de 2019, por ejemplo.
Hay sectores como los de tecnología y telecomunicaciones, además de energía e infraestructuras, donde siguen produciéndose múltiples fusiones y compras, por la necesidad que tienen las compañías de digitalizarse y adaptarse a la transición hacia un mundo sin emisiones contaminantes.
Múltiples ejemplos de ello hay en España. Los fondos se han lanzado a comprar participaciones en redes de fibra como Adamo, Reintel o las líneas rurales de Telefónica; Orange y MásMóvil han acordado su fusión; y en renovables hay continuas operaciones como la reciente venta de un 25% de la filial de energías limpias de Repsol a un consorcio de EIP y Crédit Agricole.
En el mundo, las mayores compras de 2022 se han producido en el ámbito tecnológico, con la absorción de Activision Blizzard por Microsoft y la de VWMare por Broadcom.
En Europa, la oferta más importante del año se halla en el sector de las infraestructuras, con la propuesta de Blackstone y la familia Benetton para tomar el control de Atlantia.
La consultora Bain & Co, en su último informe sobre M&A, apunta que “los tipos de interés han subido en todo el mundo, causando el incremento del coste del capital.
Los problemas en las cadenas de suministro se han multiplicado con la guerra en Ucrania y las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China han acelerado la marcha atrás en la globalización y las operaciones trasfronterizas. Pero, entre todas las distorsiones y riesgos, es fácil olvidarse del hecho de que los fundamentales siguen existiendo para robustas oportunidades en M&A [fusiones y adquisiciones]. Todavía vivimos en un mundo donde hay capital disponible para operaciones. La mayoría de las empresas tienen balances saneados y liquidez. Y los bolsillos de los fondos de capital riesgo están más llenos que nunca”.
Teniendo en cuenta todos estos factores, según esta firma, el valor de las transacciones en el mundo en el conjunto de 2022 podría situarse en 4,7 billones de dólares, un 20% menos que el máximo del año pasado, pero todavía uno de los mejores ejercicios de las últimas décadas.
Sobre esa cantidad, 3,1 billones de dólares podrían corresponder en el conjunto del año a adquisiciones realizadas por compañías y corporaciones, mientras el resto sería el resultado de las compras lanzadas por las firmas de capital riesgo y otros inversores financieros como los fondos de infraestructuras, según las previsiones de Bain.
Dealogic señala que, ya en el segundo trimestre de 2022, se ha empezado a percibir cierta recuperación de la actividad, al anunciarse acuerdos por 1,2 billones de dólares, por encima de los datos de enero a marzo. Sin embargo, estas cifras se justifican por algunas grandes transacciones, ya que el número de compras se situó entre abril y junio en 7.122, un 17,5% menos y la cifra trimestral más baja en 18 años.
En buena parte, la recuperación de la actividad de fusiones puede depender de la rapidez a la que las valoraciones se ajusten al nuevo entorno, ya que ahora hay una distancia entre lo que piden los vendedores y lo que están dispuestos a pagar los compradores. Hay sectores como la tecnología donde esta adaptación puede ser más rápida, pero en negocios afectados de lleno por la crisis desatada por Rusia en Ucrania (como la industria pesada centroeuropea u otros grandes consumidores de gas) será difícil ver transacciones durante un tiempo, salvo que sean rescates con dinero público como el de Uniper.
Según Bain, las valoraciones en las compras del segundo trimestre se han recuperado tras el pinchazo de comienzos de año, pero gracias quizá al peso de las operaciones tecnológicas (28% del total en el primer semestre).
La subida de los costes financieros y el miedo a una recesión complica el cierre de acuerdos
En sectores como la industria europea es difícil ver acuerdos por la incertidumbre con el gas ruso