La recaudación del ‘private equity’ comienza a agotarse
La captación de grandes bolsas de recursos en plazos cada vez más breves que ha distinguido el entorno de recaudación del private equity estos años parece tener los días contados. El repunte de los tipos de interés y el alza de la inflación plantean una nueva situación para las finanzas globales, generando incógnitas y afectando en negativo a la predisposición de los inversores. Algo que añadido a la intensidad con la que los megafondos han acaparado potencial en los últimos meses ha contribuido a que las facilidades queden atrás. El grifo se empieza a cerrar.
Los que están en el mercado ya perciben que las condiciones que envuelven los procesos de fundraising han cambiado. “Las cosas se han complicado
“Las cosas se han complicado mucho”, aseguran en una gestora española en ‘fundraising’
Al entorno se añade que “los megafondos han secado el mercado”, apuntan en la industria
mucho”, asegura el directivo de una gestora española que está levantando un vehículo. Y los datos recogidos por los servicios que analizan esta industria de activos alternativos también dan prueba de que se está produciendo un giro.
Casi una quinta parte de los inversores institucionales prevén reducir las asignaciones al private equity durante los próximos 12 meses, según una investigación del asesor Rede Partners divulgada hace días, y en la que se ha preguntado a un centenar de los mayores partícipes del mundo en este tipo de fondos con un total de activos gestionados valorados en tres billones de euros. Por ahora, es una proporción minoritaria de aportantes, pero resulta significativa de que algo se mueve.
Horizonte prometedor
La perspectiva recogida por Rede Partners nada tiene que ver con la que existía en 2021. Entonces la elevada rentabilidad obtenida a través de la exposición al capital riesgo y la reactivación de la economía tras el brote de Covid-19 proponían a los inversores un horizonte prometedor, al que encauzar la copiosa liquidez que bañaba el mercado. Una abundancia de recursos propiciada en parte por el largo periodo por las bajas tasas de interés, que a la vez iba a la contra del retorno de otros activos convencionales, haciendo sobresalir, aún más, los réditos del private equity. ¿El efecto? El año pasado se batieron récords de captación del capital riesgo en muchas geografías.
Con 2022, no obstante, las expectativas del sector han entrado en zona de máxima inquietud. Las amenazas provocadas por las tensiones geopolíticas, el fuerte rebote de los precios y el viraje en la estrategia de los bancos centrales (que contribuye a incrementar el coste de la deuda) presentan nuevos –y difíciles de valorar todavía– motivos de preocupación. Las proyecciones se han vuelto adversas.
Los externos no son, con todo, los únicos factores que pesan en el deterioro del contexto que envuelve la recaudación de los fondos. Hay otras circunstancias de la propia industria que también influyen en que haya caído con fuerza la cantidad de nuevo dinero preparado para entrar en el private equity.
Mercado seco
“Los megafondos han secado el mercado”, apuntan desde una gestora local. A la vista del alto nivel de liquidez (apoyado en la distribución de beneficios proporcionada por los fondos) y la inquebrantable confianza que había el año pasado, los gigantes del sector aceleraron sus inversiones y planes de regreso a la carretera para levantar nuevos vehículos y, además, la mayoría disparó sus propósitos de captación.
Proyectos titánicos, como Blackstone Capital Partners IX (que persigue una bolsa de 30.000 millones de dólares, equivalente a 29.700 millones de euros), Carlyle Partners VIII (que pretende recabar 27.000 millones de dólares) o Apollo Investment X y Advent International GPE X (que buscan los 25.000 millones de dólares), han coincidido en el canal en 2022 y están consiguiendo atraer los compromisos de los inversores. Un éxito que plantea un reverso menos positivo: se vacía el remanente para inyecciones en otros vehículos.
“Hay señales de advertencia de que el mercado podría estar alcanzando niveles de crecimiento insostenibles”, explica el informe de Rede Partners. El índice que elabora esta entidad experta en tutelar procesos de fundraising para calcular los recursos disponibles en el sector del capital riesgo ha registrado un importante declive en los últimos meses. Eso sí, no todas las gestoras recibirán por igual el golpe de este cambio de coyuntura. “El impacto de esta nueva restricción de dinero será particularmente agudo para los gestores emergentes”, concluyen desde Rede Partners.