La confianza de las empresas alemanas apunta a una recesión
Los economistas advierten de un empeoramiento debido a los altos precios y la amenaza de escasez de gas.
La confianza de las empresas alemanas ha caído a su nivel más bajo en más de dos años, un último indicio de que la mayor economía de Europa está al borde de la recesión.
Según el índice de confianza empresarial del Instituto Ifo, las empresas alemanas se muestran más pesimistas tanto sobre su situación actual como sobre las perspectivas para los próximos seis meses. El índice del instituto cayó este mes a 88,6, frente a 92,2 de junio, marcando su nivel más bajo desde junio de 2020.
Alemania se ha visto muy afectada por la subida de los precios y la crisis del gas ruso, que amenaza con detener la producción de algunas de las potencias industriales del país durante los meses de invierno.
Las cifras del producto interior bruto del segundo trimestre se publican este viernes, y se espera que muestren un crecimiento alemán de sólo el 0,1%, según los economistas encuestados por Reuters. La economía creció un 0,2% en el primer trimestre, después de contraerse un 0,3% en los tres últimos meses de 2021.
Los resultados de Ifo fueron peores de lo esperado por los economistas encuestados por ’, que de media pronosticaron que el índice caería a 90,5. “El aumento de los precios de la energía y la amenaza de una escasez de gas están pesando en la economía”, explica Clemens Fuest, presidente de Ifo, que añade que la mayor economía de la eurozona está “a punto” de entrar en recesión, definida como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
El pesimismo entre las 9.000 empresas alemanas encuestadas por el think-tank de Múnich es generalizado. Fuest señala que la confianza ha “caído en picado” entre los fabricantes, mientras que ha “empeorado sustancialmente” entre los proveedores de servicios, ha “caído en picado” entre los operadores minoristas y se ha “deteriorado” en la construcción.
“El estado de ánimo cambió incluso en el turismo y la hostelería, a pesar del gran optimismo reciente”, explica, y añade: “Ni un solo segmento minorista es optimista sobre el futuro”.
Carsten Brzeski, jefe de análisis macro del banco holandés ING, espera que el PIB alemán se contraiga en el segundo trimestre, presionado por la escasez de gas y la subida de los precios. “En el escenario base, ante las continuas fricciones en la cadena de suministro, la incertidumbre y los altos precios de la energía y las materias primas como resultado de la guerra en curso en Ucrania, la economía alemana se verá empujada a una recesión técnica”, sostiene Brzeski.
Los futuros holandeses a un mes, la referencia de los precios del gas en Europa, subieron este lunes un 3,8% a 166 euros, lo que supone un aumento de más de siete veces respecto a hace un año.
Según una encuesta publicada por la asociación DIHK de las cámaras de comercio e industria alemanas, el 16% de las empresas manufactureras afirman que responderán al aumento de los precios de la energía reduciendo su producción o abandonando parcialmente algunas áreas de negocio.
“Estas cifras son alarmantes”, asegura el presidente de la DIHK, Peter Adrian. “Muestran hasta qué punto los precios permanentemente altos de la energía suponen una carga para nuestra ubicación. Muchas empresas no tienen más remedio que cerrar o trasladar la producción a otros lugares”.
La caída del índice Ifo refleja los resultados igualmente pesimistas de una encuesta a gestores de compras realizada por S&P Global, que muestra que las empresas alemanas registraron en julio la mayor caída de la actividad en más de dos años.
El índice del Instituto Ifo cae este mes a 88,6 su nivel más bajo desde junio de 2020