El mercado laboral crea 383.000 empleos aupado por el turismo y el comercio
El 55% de los nuevos empleos entre abril y junio se concentra en la hostelería. El paro cae por debajo de los tres millones de personas por primera vez desde 2008 y la tasa de desempleo se sitúa en el 12,5%, su nivel más bajo en 14 años.
A lo largo de los últimos dos años, la primera gran pregunta que suscitaban los datos de creación de empleo era cómo era posible que el empleo creciera con tanta fuerza, llegando a alcanzar máximos históricos, cuando el PIB estaba muy lejos de las cifras previas a la crisis del coronavirus, y la segunda, cuánto tiempo podía durar esta tendencia, debido a que este desfase suponía un duro golpe a la competitividad empresarial. Y si la respuesta a la primera pregunta radicaba en el empleo público y en una demanda impulsada por las políticas monetarias, la segunda encuentra su respuesta, probablemente, ahora. Aunque el mercado laboral ha creado 383.300 puestos de trabajo entre abril y junio, de acuerdo con los datos de la encuesta de población activa publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y la tasa de paro se sitúa en el 12,5%, su nivel más bajo desde 2008, el grueso de este incremento se concentra en la hostelería y el sector turístico frente a la atonía de otras áreas de actividad, lo que podría apuntar a un cambio de ciclo. Algo que avalarían también los datos del propio Gobierno, ya que los dos ministros del área laboral, José Luis Escrivá y Yolanda Díaz, señalaron ayer la posibilidad de que este proceso de creación de empleo se estuviera agotando ya en julio, una vez que la hostelería ha recuperado los niveles de actividad previos a la crisis o está muy próxima a hacerlo, ya que el resto de sectores no tienen tanta fuerza como para seguir tirando del carro.
En el segundo trimestre del año, la hostelería sumó 210.500 empleos respecto al arranque de 2022, lo que supone el 54,9% de los nuevos empleos en los últimos tres meses, la proporción más elevada desde los momentos más duros de la Gran Recesión, cuando el turismo internacional era el gran salvavidas frente a la fuerte destrucción de empleo en la construcción, la industria más vinculada a ella y numerosas ramas del sector servicios. De esta cifra, 111.800 puestos de trabajo corresponden a los servicios de alojamiento y 98.700, a los de comidas y bebidas. Y a esto se podría añadir también el comercio minorista, también muy vinculado a la presencia de visitantes extranjeros en muchas zonas, que suma otros 38.300 ocupados más, lo que dejaría dos tercios de la creación de empleo en manos, directa o indirectamente, del turismo.
Y, si bien los meses de abril, mayo y junio suelen ser muy propicios para estos contratos, lo cierto es que este año el desequilibrio es bastante mayor de lo habitual, ya que el resto de ramas de actividad quedan todas ellas por debajo de los 30.000 nuevos ocupados. Y esto queda reflejado también en el mapa del empleo, ya que Baleares aglutina 80.200 nuevos puestos de trabajo, seguida de Madrid (61.200 ocupados), Cádiz (43.600), Barcelona (40.400), Málaga (28.500), Huelva (23.500), Las Palmas (21.300), Gerona (20.700) y Murcia (15.800). Aunque llame la atención ver a Madrid en este grupo de cabeza, pese a ser la única de ellas sin costa, hay que tener en cuenta que la capital se ha convertido en los últimos años en un referente para los visitantes nacionales e internacionales, con lo que la región no solo es la que más empleo crea desde el estallido de la pandemia, sino también una de las seis que tienen más empleo que en 2008.
Con todo, lo cierto es que este aumento del empleo ha permitido rebajar la tasa de paro a un ritmo vertiginoso.
En concreto, el número de desempleados se ha reducido en 255.300 personas en los últimos tres meses, hasta los 2.919.400 desempleados (624.400 menos que el año pasado), con lo que el número de parados cae por debajo de la cota psicológica de los tres millones de personas por primera vez desde 2008. Además, la tasa de paro se sitúa en el 12,5%, 1,5 puntos por debajo de las cifras de hace tres años, con descenso en casi todos los colectivos lo que puede intensificar la sensación de bonanza en el mercado laboral, tanto entre quienes buscan empleo como entre quienes ya lo han encontrado. Esto queda también puesto de manifiesto en la dinámica de los hogares, ya que el número de aquellos con todos sus miembros en paro disminuye este trimestre en 62.600 familias, hasta un total de 990.300 hogares, mientras que la cifra de los hogares que cuentan con todos sus miembros activos trabajando también se ha incrementado en 197.400 familias y se sitúa en 11.247.100 hogares. Con todo, esta mejoría no es homogénea, ya que hay algunos grupos demográficos que se han quedado descolgados de ella, especialmente los más jóvenes (menos de 20 años) y los más mayores (por encima de 60), si bien la mejoría general encubre los problemas de estos colectivos para encontrar trabajo, probablemente debidos al difícil encaje entre sus capacidades y las necesidades de las empresas.
De hecho, la Encuesta de Población Activa también revela ciertos problemas para las empresas que podrían atenazar la creación de empleo en los próximos meses desde el punto de vista de la contratación. Por ejemplo, más de la mitad de los trabajadores perdió su empleo hace mas de un año, con lo que sus capacida