Taiwán frena a Foxconn en China
La taiwanesa Foxconn, también conocida como Hon Hai Precision, se fundó en 1974 con un capital de 7.500 dólares y en la actualidad es el mayor fabricante mundial de componentes electrónicos para marcas como Apple, HP y Dell, con una capitalización bursátil de 47.900 millones de euros. El grupo ensambla aproximadamente el 75% de todos los iPhones de Apple y en el primer semestre tuvo ingresos y beneficio atribuible de 93.840 y 2.030 millones de euros, respectivamente. Foxconn cuenta con 28 fábricas (10 en Taiwán, 7 en China continental y 11 en el resto del mundo). Ahora, con el conflicto entre China y Taiwán, las autoridades de Taipéi quieren obligar al grupo a desprenderse de una inversión de 800 millones de dólares en la empresa china de microprocesadores Tsinghua. Foxconn, que tradicionalmente se ha centrado en el ensamblaje de productos electrónicos de bajo margen, mercado muy intensivo en mano de obra, quiere fortalecer su negocio de semiconductores, por lo que la inversión en Tsinghua tenía sentido estratégico. La compañía dice contar con un plan B, pero la postura restrictiva del Gobierno de Taiwán tiene que ver con el empujón que la inversión en chips está teniendo en todo el mundo, con EEUU, con quien Taipéi quiere estrechar lazos, como actor muy destacado. En el contexto de amenaza existente, las actividades en China continental merecerán una nueva estrategia.