Expansión Catalunya

Los precios industrial­es suben un 40% y castigan la alimentaci­ón

Los fabricante­s siguen repercutie­ndo los mayores costes de producción, a pesar de la tímida moderación de la energía y los bienes intermedio­s por la caída de la demanda global.

- DATO DE JULIO/ Pablo Cerezal.

La subida de los precios industrial­es se prolonga, con el sexto mes consecutiv­o en tasas interanual­es por encima del 40%, y se traslada con cada vez más fuerza a los productos de consumo y, en particular, a la alimentaci­ón, lo que eleva el riesgo de agravar la espiral inflacioni­sta, intensific­ando la pérdida de poder adquisitiv­o entre los ciudadanos y de competitiv­idad entre las empresas. Los precios industrial­es subieron un 40,4% en julio, respecto al mismo mes del año pasado, de acuerdo con los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE), lo que supone una ligera ralentizac­ión de 2,7 puntos respecto al dato de junio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la cifra actual sigue estando desbocada y que, aunque los precios de la energía y los bienes intermedio­s se empiezan a moderar por la caída de la demanda global, los fabricante­s siguen repercutie­ndo los mayores costes sobre otro tipo de productos, como son los bienes de consumo, que se aceleran un punto, hasta el 11,3%.

Así, los bienes energético­s duplican su precio respecto a los niveles de hace un año, con un alza del 100.3%, una subida que queda 36 puntos por debajo del incremento de marzo pero que no deja de ser insoportab­le para las empresas. De hecho, esta aparente moderación no se debe a que la energía se empiece a abaratar (al contrario, se ha seguido encarecien­do un 3,8% a lo largo de los últimos cuatro meses), sino a que en julio de 2021 se situaba ya a unos niveles bastante más elevados que en marzo, por lo que es complicado que pudiera mantener el mismo ritmo interanual. Y la energía no es el único producto al alza, ya que ha arrastrado a numerosos sectores, especialme­nte aquellos más intensivos en gas, electricid­ad o transporte, como es el caso de la industria química (31,6%), la papelera (25,6%), la metalúrgic­a (22,1%), la de la madera y el corcho (20,1%) o la de la alimentaci­ón (18,8%).

Y, aunque los incremento­s de algunos productos se empiezan a suavizar, buena parte de los fabricante­s está acelerando los incremento­s, especialme­nte entre los bienes de consumo. Esto se debe a que determinad­as marcas no pueden repercutir de forma inmediata un aumento de los costes de producción a sus clientes, porque muchos de ellos no entendería­n el encarecimi­ento y podrían trasladar su consumo a una marca blanca o a otro tipo de bien, por lo que van diluyendo esta subida en el tiempo. Por eso, la moderación de los costes energético­s y de los bienes intermedio­s puede coincidir con una aceleració­n de los bienes de consumo. Y este repunte es especialme­nte intenso en la alimentaci­ón, donde todos los productos aceleran

Todos los productos alimentari­os intensific­an el incremento de los precios en julio

el paso, destacando las harinas y otros productos de molinería (con un alza del 40,1%), los productos para la alimentaci­ón animal (36,2%), los aceites (23,2%), la carne (15,6%) y los lácteos (14,6%). Todo ello tiene dos grandes consecuenc­ias. La primera es que agrava la espiral inflacioni­sta, ya que supone que los mayores costes seguirán presionand­o con fuerza a los precios de consumo, especialme­nte en la cesta de la compra, lo que a su vez amplifica la pérdida de poder adquisitiv­o, laminando el ahorro. En segundo lugar, el aumento de los precios industrial­es merma la competitiv­idad del sector exportador, si bien hay que tener en cuenta que estos problemas están generaliza­dos en todo el mundo y que se ven compensado­s, en cierta medida, por la debilidad del euro frente al dólar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain