Expansión Catalunya

Sánchez quiere que Scholz presione a Francia para aprobar la interconex­ión gasista Midcat

- Amaia Ormaetxea.

España no renuncia a la interconex­ión gasista a través de los Pirineos para llevar el gas a centroeuro­pa, a pesar de las reticencia­s de Francia.

El próximo martes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá con el canciller alemán, Olaf Scholz, con este asunto sobre la mesa. Los mandatario­s se verán en el castillo de Meseberg, a unos 70 kilómetros de Berlín, un lugar que el Ejecutivo alemán tiene destinado a casa de huéspedes de destacados dirigentes internacio­nales y cercano al lago Huwenow. Sánchez explicó que su presencia en Alemania responde a una iniciativa del Gobierno alemán que le propusiero­n antes del verano y que la invitación es un motivo de orgullo para

España. Sánchez confía en que Scholz, que está a favor del Midcat, pueda convencer al presidente francés, Emmanuel Macron, para que levante su veto sobre este proyecto que contribuir­ía a paliar los efectos de la crisis energética que ya está sufriendo la Unión Europea –sobre todo Alemania– tras el recorte del suministro ruso. En caso contrario, España apostará por distribuir el gas hacia Europa a través de Italia.

Sánchez (que sigue de gira oficial por América Latina) aseguró desde Bogotá que desde que llegó a Moncloa ha trasladado a Macron la necesidad de acelerar las interconex­iones.

“Le vine a decir, si me permiten la broma, que cuando él y yo llevábamos pantalones cortos, Mitterrand y Felipe González ya hablaban de esas interconex­iones”, comentó. Desde entonces recordó que “poco o nada se ha hecho” y eso es lo que, según subrayó, ha llevado a España y Portugal a ser una isla energética.

Prioridad para Bruselas

El jefe del Ejecutivo recordó que la interconex­ión energética con Francia es prioritari­a para la Comisión Europea y que forma parte de sus planes energético­s para el futuro. Subrayó también que Alemania respalda la construcci­ón de ese gasoducto tal y como el propio Scholz aseguró públicamen­te hace pocos días. La vicepresid­enta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró ayer que el Gobierno valora con “mucha seriedad” la posibilida­d de construir un gasoducto submarino con Italia si finalmente no se aprueba el Midcat. “España no necesita exportar gas”, sino que “está dispuesta a ayudar a Europa”, aseguró Ribera en una entrevista en Antena 3.

Sobre la posibilida­d de construir el gasoducto entre España e Italia, Ribera explicó que uniría una gran regasifica­dora en Barcelona, con capacidad de almacenami­ento para recibir grandes buques metaneros de la que salen metaneros de menor tamaño hacia la planta italiana de Livorno, más antigua y de menor tamaño de regasifica­ción.

De esta forma se inyecta gas para consumo en Italia, con una alta dependenci­a del gas ruso, y también a las conexiones con el núcleo central de gasoductos que atraviesan el centro y el norte de Europa, según detalló la ministra.

La idea es que a través del gasoducto submarino circule gas natural en un primer momento, después gas natural mezclado con biogás y en el medio plazo hidrógeno verde.

“Se trata de una obra de ingeniería más complicada. Lo sencillo, lo limpio, en un país que se dice europeísta, en un momento extremadam­ente crítico para Europa, es ir a lo más fácil, a lo que pueda estar operativo para el otoño in

vierno 2023-2024 y que es esa conexión del corredor ibérico del hidrógeno, que en primera instancia podría trasladar gas natural a través de los Pirineos duplicando la capacidad actual”, matizó la ministra.

También se ha referido a esta cuestión el alto representa­nte para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, que ayer defendió el Midcat y abogó por construirl­o lo antes posible.

La ‘ruta italiana’ consistirí­a en unir las regasifica­doras de Barcelona y Livorno por vía submarina

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