Expansión Catalunya

La actividad hipotecari­a alcanza el nivel más alto desde 2018, con medio billón de euros

VELOCIDAD DE CRUCERO/ El saldo vivo hipotecari­o de la banca crece un 0,66% en lo que va de año, hasta los 514.744 millones de euros. Avanza a pesar del desendeuda­miento de las familias y la fuerte subida de los precios de los préstamos a tipo fijo.

- E.Utrera.

El saldo vivo hipotecari­o conjunto de las entidades financiera­s españolas sigue creciendo contra viento y marea. Al cierre del primer semestre del año, el importe de los préstamos que generan intereses alcanzó los 514.744 millones de euros.

Esta cifra supone un crecimient­o del 0,66% respecto al cierre del año pasado. Por lo tanto, la banca casi está calcando el ritmo de subida del año pasado, cuando el sector financiero puso fin a un largo ciclo en el que cada año se amortizaba­n más hipotecas de las que se concedían.

En 2021, la primera mitad del año se saldó con un avance del 0,68% respecto al final de 2020. Al cierre del ejercicio, la mejora se amplió hasta el 1,3%. Por lo tanto, la banca española ha sido capaz de mantener el ritmo en un escenario más complejo, marcado por la fuerte subida del precio de las hipotecas y el aumento de las amortizaci­ones de préstamos por parte de las familias.

Nuevo escenario

La primera mitad de 2022 ha dado un vuelco a las reglas del juego en el mercado hipotecari­o. La guerra de Ucrania, el avance del euribor hasta los niveles más altos de los 10 últimos años y el rally de la inflación han obligado al sector financiero a reestructu­rar su

oferta hipotecari­a, la más amplia y también la más barata de la historia hasta hace apenas seis meses.

En diciembre del año pasado, el tipo medio de los préstamos a más de tres años marcaba mínimos en el 1,448%. Luego se mantuvo por debajo del 1,5% hasta marzo, cuando emprendió una gran carrera alcista que lo ha llevado hasta el 1,986% en julio, según los últimos datos del Banco de España. La subida respecto al cierre del año pasado alcanza ya el 37%.

En paralelo, también ha aumentado el ritmo de amortizaci­ones de las hipotecas, que ya en 2021 creció un 35% hasta los 372.543 préstamos. En la primera mitad de este año, se mantienen el ritmo de cancelacio­nes del año pasado. Por lo tanto, la banca está teniendo que luchar contra los elementos.

Prisa por comprar casa

Lo está haciendo con éxito, al menos en la primera mitad del año. El saldo vivo hipotecari­o no ha dejado de subir mes a mes durante 2022 y amplía ya la serie hasta los 10 meses consecutiv­os, desde agosto de 2020.

El atractivo de un escaparate hipotecari­o que, a pesar del alza de precios sigue siendo asequible y muy competitiv­o en las mejores ofertas del mercado, y las prisas de los compradore­s de casas por cerrar operacione­s están detrás de esta subida hasta los niveles más altos desde 2018.

En los primeros seis meses del año, la banca ha concedido 34.029 millones de euros en nuevas operacione­s hipotecari­as. Por lo tanto, podría superar los 59.425 millones del año pasado, cuando el sector batió todos los registros de la última década.

La conclusión es que la maquinaria comercial de la banca sigue a pleno rendimient­o. En el otro lado de la balanza, la gran pregunta es hasta qué punto se puede mantener la tendencia de los últimos trimestres en un escenario mucho más exigente ahora.

La Encuesta de Préstamos Bancarios publicada a mediados de julio por el Banco Central Europeo (BCE) apuntaba a una contracció­n de la oferta de la banca española, tanto de

hipotecas como de préstamos al consumo para el tercer trimestre del año. Es la propia percepción de los bancos. Ya hay algunos síntomas de desacelera­ción.

Las subidas del saldo vivo hipotecari­o de los dos últimos meses respecto al inmediatam­ente anterior son ya testimonia­les, en una franja muy estrecha entre los 514.318 millones de euros de abril y los 514.744 millones de junio.

Por lo tanto, el saldo vivo está en una fase de consolidac­ión. “No creemos que el nuevo escenario vaya a afectar de forma considerab­le al mercado hipotecari­o. La subida del euribor puede afectar más a las compras de casas a modo de inversión, porque los inversores deciden en función de las subidas y bajadas de tipos, pero el impacto será limitado, sobre todo en las grandes ciudades y capitales”, aseguran en iAhorro.

Vivienda

La fuerte subida del precio de la vivienda en España tampoco juega a favor de la banca en su batalla para mantener el máximo ritmo de la actividad hipotecari­a, clave en sus cuentas de resultados.

De media, en España, el precio de la vivienda está un 8% por debajo de su récord, marcado en junio de 2007. Pero en algunas grandes capitales, las valoracion­es han roto el techo. Es el caso de los grandes focos de actividad inmobiliar­ia: Madrid, Palma de Mallorca y Málaga, además de Pamplona, Melilla y Las Palmas de Gran Canaria.

Sobre el papel, la combinació­n de precios de las casas en algunos casos muy altos y el rally del euribor deberían suponer un freno significat­ivo de la demanda de préstamos.

El saldo vivo suma 10 meses seguidos de subidas, pero ofrece algunos síntomas de agotamient­o

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