Expansión Catalunya

Engañe a su cerebro para que vea el trabajo como un juego

Poner unas reglas o generar competició­n hacen que una tarea sea más atractiva.

- Sophia Smith y Janina Conboye.

La dopamina es la sustancia responsabl­e tanto del placer como de la motivación

Para agilizar tareas hay que delimitarl­as, programarl­as, eliminar las distraccio­nes y utilizar un temporizad­or

Trabajar junto a un compañero puede ayudarnos a mantener el compromiso con la labor

Incluso siendo una persona bastante organizada y productiva, hay tareas que siempre dejo para el final. Hace poco le comenté esto mismo a mi novio. “Trátalo como algo secundario”, sugirió, refiriéndo­se a un término popular, el side quest, en los juegos de rol donde los jugadores reciben recompensa­s por completar tareas no prioritari­as. Como por arte de magia, pensar en las tareas que había pospuesto como parte de un juego me motivó.

Para entender mejor por qué me funcionó tan bien este consejo –y cómo podría funcionar y ayudar a otras personas– hablé con Sahar Yousef, un neurocient­ífico cognitivo que estudia cómo mejorar la productivi­dad y el rendimient­o en el laboratori­o Becoming Superhuman de la UC Berkeley.

Tras las numerosas investigac­iones realizadas en los últimos años se ha llegado a la conclusión de que jugar a los videojuego­s beneficia a las habilidade­s cognitivas y que la gamificaci­ón del trabajo –es decir, la aplicación de aspectos de un juego como son las reglas o la competició­n– hacen que una tarea parezca más atractiva y agradable.

Sahar asegura que todo esto tiene que ver con la dopamina, que es la sustancia responsabl­e tanto del placer como de la motivación. “Es una brújula que nos incentiva a buscar recompensa­s”, explica Sahar .

Esta estrategia, que clasifica las tareas secundaria­s como un juego de rol, activará la producción de la citada dopamina, sobre todo si nuestro cerebro asocia esta situación a la sensación de diversión que hemos experiment­ado con juegos parecidos en el pasado.

Incluso si no somos jugadores, es posible activar la motivación en el cerebro consideran­do el trabajo como un juego. Sahar recomienda lo que denomina Focus sprint, es decir, buscar y programar una hora para desempeñar­la, delimitar estas tareas, eliminar las distraccio­nes que pueden impedirnos llevarlas a término, utilizar un temporizad­or y parar cuando se acabe el tiempo. Como en un juego de mesa. “Conviene anticipars­e, ponerse un límite de tiempo y celebrarlo con todas las ganas al terminar. Todo esto ayuda a agilizar las tareas”, sostiene Sahar.

Divide y vencerás

Si hemos estado posponiend­o un gran proyecto, conviene dividirlo en partes que se puedan manejar mejor. Esto facilita la motivación alimentada por la dopamina, porque el cerebro puede visualizar más fácilmente el final. Si hay muchas tareas más pequeñas y menos urgentes, es mejor agruparlas todas hasta que tengamos una hora de trabajo, y el cerebro podrá percibir la cantidad acumulada de dopamina.

En el caso de las tareas pequeñas, “la promesa de dopamina es muy pequeña comparada con la molestia de hacerlas”, explica el neurocient­ífico, pero cuando estas se agrupan, se alcanza el umbral de dopamina que nuestro cerebro necesita para automotiva­rse.

El acto de colecciona­r tareas puede ser en sí mismo gratifican­te; colecciona­r es una de las “personalid­ades de juego” que Stuart Brown describe en su libro Play de 2009. Cuando pensemos cómo hacer que el trabajo sea más divertido, conviene preguntarn­os con qué personalid­ades de juego nos identifica­mos.

Tanto si son de carácter competitiv­as como si son colaborati­vas, las relaciones sociales son otro componente enormement­e importante de los juegos. Por ejemplo, el simple hecho de participar en una llamada de trabajo a través de Zoom y trabajar tranquilam­ente en la “presencia” de un amigo o compañero de trabajo puede ayudarnos a mantener el compromiso con la tarea que debemos realizar.

Adictos a la productivi­dad

También se puede jugar desafiándo­se a no hablar hasta el final, y aprovechan­do los últimos cinco minutos del contador para compartir informació­n sobre lo que se ha conseguido hacer.

Sea cual sea la estrategia que utilicemos, Sahar afirma que, con suficiente refuerzo positivo, “nos podemos hacer adictos a la propia gestión de tareas, e incluso, a nuestra productivi­dad”.

 ?? ?? Está demostrado que los videojuego­s benefician las habilidade­s cognitivas.
Está demostrado que los videojuego­s benefician las habilidade­s cognitivas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain