Michelin y ArcelorMittal recortan producción por la caída de la demanda
Malas noticias en la vuelta de las vacaciones estivales y ante un otoño que se anuncia difícil en el mundo empresarial.
Michelin y ArcelorMittal han decidido recortar la producción en sus plantas de Álava y de Vizcaya, respectivamente. El fabricante de neumáticos paralizará la actividad en su factoría de Vitoria durante cuatro fines de semana en septiembre y octubre, medida que se comunicó ayer a los sindicatos, y que responde a la caída de pedidos de la industria de automoción.
Según ha explicado Michelin a sus operarios, el recorte productivo sigue los pasos de los fabricantes de vehículos, que han vuelto de las vacaciones con menor actividad por la bajada de ventas, la crisis de suministros y la incertidumbre mundial.
Actividad a la baja
El grupo galo no es especialmente optimista en sus expectativas para lo que queda de año y considera que la producción seguirá a la baja este 2022, de acuerdo con los sindicatos.
A la atonía en la demanda de automoción, Michelin suma el frenazo en las licitaciones públicas, claves para su negocio de neumáticos pequeños, que tiene en la maquinaria para ingeniería civil a un gran cliente.
Fuentes sindicales de Michelin explican que ésta va a ser la primera parada productiva en 2022 provocada por una bajada significativa de los pedidos por la crisis de la guerra
la y de suministros, y la subida de tipos anuncian tormenta. Así lo admite el lehendakari Urkullu, que ayer abrió el curso político admitiendo que el otoño y el invierno se presentan “muy complicados”.
en Ucrania y por el alza de los precios energéticos.
En la planta de Vitoria, el recorte productivo afectará a 1.340 de los 3.500 operarios de los talleres de neumáticos para turismos y de neumáticos de pequeñas dimensiones para maquinaria de obra pública, así como a la sección de productos semiterminados. Michelin recurrirá a las herramientas de flexibilidad pactadas con los sindicatos, por lo que el recorte productivo no afectará al empleo ni a los salarios.
La multinacional prevé que la paralización prevista durante los fines de semana le supondrá dejar de fabricar 132.000 neumáticos para turismos; 400 toneladas de neumáticos para ingeniería civil; y 1.500 toneladas de goma.
También a ArcelorMittal le afecta la atonía de los pedidos de automoción. El grupo –que tiene 11 plantas acereras y 3 de tubos (las ex-Condesa) en España– empieza el nuevo curso con menos producción y no reanuda la actividad en su factoría de Sestao (Vizcaya), heredera de Altos Hornos. En ella produce bobina de acero que vende, sobre todo, a automoción. Esta acería –eléctrica, como la de Olaberría (Guipúzcoa)– ha estado parada en verano para labores de mantenimiento; y también paró varios meses –del pasado diciembre al pasado marzo– ante el aumento de su factura eléctrica.
Competencia asiática
En la UE, el acero barato de países asiáticos sustituye al ruso y dificulta la competencia
Fuentes de ArcelorMittal achacan a las “malas condiciones del mercado” la decisión de retrasar la vuelta a la producción en Sestao, prevista para ayer.
Este “entorno adverso” se traduce en una caída de la demanda por la incertidumbre y el alza de la inflación, que da al traste con la confianza de sus clientes. Además, la UE ha asignado la cuota de acero de Rusia a varios países asiáticos –Japón, Corea, India y Turquía–, que lo introducen en el Viejo Continente a precios muy bajos, con los que la planta de Sestao no puede competir.
Según la multinacional siderúrgica, a los actuales precios del mercado la acería vizcaína no es rentable y ni siquiera llega a cubrir sus costes de fabricación, muy altos dado el precio de la electricidad.