El Ejecutivo considera contenido en el 3% el avance de márgenes y sueldos privados
La zona euro sufre las peores tasas de inflación desde la fundación del proyecto europeo, mientras que el alza de precios en España se sitúa en máximos de casi 40 años. Aunque la decisión de Rusia de cortar el suministro de gas a Europa hasta que Bruselas retire las sanciones impuestas contra Moscú por su invasión sobre Ucrania promete seguir tensando los precios y amenaza con sumir a la Unión Europea en una nueva recesión, el Gobierno considera que España está consiguiendo sortear el peor de los escenarios internos: una espiral inflacionista. El riesgo básicamente consiste en que el incremento de costes que se va trasladando a precios cale sin modulación sobre los salarios y los beneficios empresariales, retroalimentando el avance a doble dígito que ya refleja el IPC (que cerró agosto en el 10,4%). De momento, sin embargo, fuentes del Ministerio de Economía estiman que el incremento conjunto de los sueldos privados y de los márgenes empresariales permanece contenido en torno al 3%, pues ambos son los principales componentes del deflactor del PIB.
Plan de vigilancia
En todo caso, desde el Ministerio revelan que han puesto en marcha un plan conjunto con el Banco de España y la Agencia Tributaria para controlar la evolución de sueldos y beneficios a fin de contar con datos granulares del comportamiento de los diferentes sectores de actividad. Esos datos, sostienen, serán claves para tratar de incentivar la reactivación del llamado pacto de moderación de rentas y márgenes empresariales que el Gobierno aspira a que patronal y sindicatos acaben sellando en la recta final del año, tras el fracaso de su negociación inicial en mayo, a fin de conjurar definitivamente el riesgo de caer en una espiral inflacionista.