Alternativa a la errática gestión de la crisis
Mientras el Gobierno continúa a remolque de los acontecimientos en la prolongada crisis inflacionaria que sufre nuestro país, la oposición ha pasado a la ofensiva para demostrar que hay una forma más eficaz de gestionar esta difícil situación para la economía española. Por ejemplo, premiando a las familias y las pymes que reduzcan su consumo energético mediante bonificaciones en sus facturas por un total de 3.000 millones de euros (en lugar de las sanciones incluidas por el Ejecutivo en su plan para reducir el consumo de energía). También dejando de lado los prejuicios ideológicos en los que Pedro Sánchez basa su rechazo radical a prolongar la vida útil de las centrales nucleares como han anunciado varios países europeos para disponer de una fuente de energía complementaria estable y barata en un escenario de precios desorbitados. O rebajando la carga fiscal sobre las emisiones de CO2 y el uso de carburantes para los profesionales. Son algunas de las medidas que forman parte del plan alternativo de ahorro energético anunciado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su cara a cara con el presidente del Gobierno la semana pasada en el Senado, enviado ayer mismo a la Moncloa. Con una economía que encara una ralentización en los próximos trimestres por la espiral de precios más extensa de lo previsto inicialmente, como de nuevo ha alertado el Banco de España, está claro que las medidas paliativas (subsidios, descuentos y ampliación del bono social) aprobadas por PSOE y Podemos serán insuficientes. Es lo que traslucen los últimos anuncios de Sánchez apropiándose de medidas planteadas previamente por el PP, como la rebaja del IVA en las facturas de la luz y del gas, o la inclusión de la industria electrointensiva en la excepción ibérica. Por ello, el Gobierno debería buscar un acuerdo de consenso con los populares respecto a la estrategia contra la crisis energética y de precios en vez de utilizarla como un arma arrojadiza contra la oposición. También, asumir algunos de sus fallos en esta crisis como la decisión de no actualizar los tramos del IRPF con la inflación, que si bien ha rellenado las arcas públicas también ha agudizado la pérdida de poder adquisitivo que sufren las familias tras más de un año de espiral inflacionista. El camino emprendido por la Comunidad de Madrid, que anticipará a este ejercicio la anunciada deflactación de las tarifas del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta, debe ser la ruta a seguir.
Las medidas del Gobierno serán insuficientes ante la ralentización por la espiral de precios