“La compra de Air Europa no va a afectar a las tarifas”
Convencer a Bruselas y a Competencia son los principales obstáculos en la operación de la filial de Globalia.
Iberia confía en cerrar la adquisición de Air Europa a finales de 2023. Si eso se produce, habrán transcurrido cuatro años desde que en noviembre de 2019 se anunció la compra de la aerolínea de la familia Hidalgo por mil millones. El pasado agosto, IAG, matriz de Iberia, transformó un préstamo de cien millones en el 20% del capital de la filial de Globalia, lo que la valoraba en 500 millones, deuda de 700 millones aparte. En medio de estas negociaciones, no parece el mejor momento para que Iberia pueda interesarse por entrar en el capital de TAP, cuya privatización parcial está prevista para los próximos meses.
Javier Sánchez-Prieto, presidente de Iberia, niega ningún tipo de injerencia en Air Europa (comenzando por el nombramiento de Jesús Nuño de la Rosa como CEO) y piensa que la recuperación del sector no ha alterado el precio de la compañía. “No creo que haya cambiado sustancialmente”, indica.
La concesión del préstamo de cien millones llevaba aparejada una estructura muy clara en cuanto a su conversión en capital y en los plazos de un año de negociación en exclusiva y de dos años más para ejercer un derecho de tanteo para alcanzar el 80% restante. Sin que el esquema vaya a ser ahora el mismo, el ejecutivo quiere una estructura de acuerdo similar: “Igual que para el 20% teníamos claro qué y cómo lo queríamos hacer, y luego pasan unos meses hasta que se lleva a cabo, me gustaría que a mediados de 2023 tuviéramos visibilidad sobre lo que hay que hacer y luego dispondríamos de unos meses para ejecutarlo”.
El cierre de la operación “no tiene que ver tanto con la negociación, sino con encontrar la mejor manera de que las autoridades de Competencia vean con buenos ojos esta adquisición”. Iberia asume que deberá trabajar para “convencer a la Comisión Europea [que en anterior intento se iba a pronunciar en contra] y a Competencia en España de que la operación es buena para el cliente”. ¿Cómo? “Explicando mejor al hablar de sinergias que no es una operación que reduce la competencia, sino que mantiene y amplía la conectividad. Que algunas rutas pasarán de dos a un operador es una obviedad, pero luego eso no va a afectar a las tarifas. Estoy absolutamente convencido. No lo digo yo: la competencia se ha desarrollado hasta el extremo”, ya que un viajero puede irse a París, Londres o Fráncfort para tomar un vuelo intercontinental. Sánchez-Prieto niega desavenencias con la familia Hidalgo: “Hay un objetivo común: crear una asociación de dos compañías que desarrollen Barajas y el turismo”.
El ejecutivo subraya que la competencia es ahora mundial y critica, por ejemplo, el frustrado intento de fusión entre Alstom y Siemens, algo que no permite impulsar una política industrial de campeones mundiales en Europa.
“En la compra de Air Europa está en juego el hub de Madrid; no Iberia y no sé si está en juego Air Europa. Esto va de la competitividad de los hubs del sur de Europa frente a los del norte, de cómo conectar Barajas con Asia, que ahora no lo está. Además, grupos como IAG quieren invertir en el desarrollo de la carga aérea. Me parece un fracaso colectivo que no seamos capaces de encontrar una forma de hacer eso cuando es bueno para todo el mundo”, subraya.
“Sería un fracaso colectivo no encontrar la manera de realizar la compra, está en juego el ‘hub’ de Madrid”. “A mediados de 2023 nos gustaría tener claro el esquema [para comprar el 80% restante], para cerrarlo en unos meses”