Gogoa quiere captar 35 millones y abrir 20 clínicas para usar sus exoesqueletos
del 1 de octubre de 2022.
A falta de unos días para que concluya el periodo transitorio, sólo algunas comunidades han legislado al respecto y sólo Madrid ofrece suficiente seguridad jurídica, a ojos de la compañía de movilidad. El resto de normas, como explican desde Cabify, “están a medias o sujetas a interpretaciones”. Es el caso de Castilla-La Mancha, Baleares, Navarra o Aragón. Mientras, Cataluña ha presentado la normativa más restrictiva, con medidas como la precontratación; y Andalucía estaría elaborando su texto para tenerlo listo a finales de mes.
Además, el decreto Ábalos otorgaba la posibilidad de que los titulares de las licencias pidieran una moratoria, y a finales de 2018 cerca de 16.000 operadores solicitaron ampliar el periodo transitorio al Ministerio de Transportes, pero aún no han recibido respuesta. La ministra del ramo, Raquel Sánchez, aseguró ayer que “en principio” no se prorrogará el plazo del periodo transitorio.
La joven empresa Gogoa Mobility Robots, spin off del CSIC, se prepara para dar un gran salto en su negocio, focalizado en la producción de exoesqueletos con fines sanitarios, deportivos e industriales. Estos aparatos –fabricados con aluminio aeronáutico y fibra de carbono– actúan como armaduras que, ajustadas al cuerpo, inducen el movimiento gracias a los motores eléctricos que se instalan en las articulaciones. En el caso de trabajadores de la industria, les permite levantar grandes pesos sin esfuerzo.
Gogoa ha puesto en marcha, a través de Crowe, una ronda de financiación progresiva hasta 35 millones de euros, que le aportará recursos para desarrollar una red de centros de rehabilitación robótica con exoesqueletos. Así, crecerá en un área de negocio “disruptiva y con muy pocos actores en todo el mundo”, según Carlos Fernández, socio y gerente de la start up. Según explica, las dificultades de acceso a centros sanitarios y de rehabilitación en la pandemia dejaron al descubierto este nuevo área de crecimiento: los centros propios, donde además de rehabilitar al paciente emplean los equipos de Gogoa.
En la actualidad, la compañía cuenta con dos establecimientos en Euskadi –Bilbao y
Urretxu (Guipúzcoa)–, en los que el número de pacientes ha subido con fuerza en los últimos tiempos.
Gogoa espera abrir una veintena de clínicas, empezando por Madrid, Barcelona, Valencia y Marbella. En una segunda fase, proyecta centros en Francia (París, Burdeos y Toulouse), Alemania (Berlín, Dusseldorf, Múnich y Colonia), Italia (Roma y Milán) y EEUU (Houston y Miami). Sus responsables aspiran también a extenderse a grandes ciudades de Asia.
La ‘spin off’ del CSIC fabrica ‘armaduras’ con fines sanitarios, deportivos e industriales