Quién pagará en Bolsa por el duro invierno que se avecina
La cotización de cadenas europeas de supermercados como Carrefour y Tesco acumula este año caídas en Bolsa superiores al 15%. Pese a que buena parte de los productos que venden son de primera necesidad, el mercado interpreta que los consumidores van a apretarse el cinturón ante el elevado coste de la energía y el encarecimiento de las hipotecas, sacrificando parte de la cesta de la compra.
Para definir exactamente el dinero que las familias van a dejar de gastarse y el potencial impacto en los ingresos de las compañías cotizadas, los analistas de Bernstein han realizado un detallado estudio de las cuentas de una familia media europea.
Parten de la base de que un presupuesto medio anual asciende a 42.000 euros. La subida de precios del gas y la electricidad elevará los gastos entre 1.500 y 2.500 euros –estima esa firma–, cifra que hubiera sido mayor sin la intervención de gobiernos como el español o el británico para limitar las tarifas.
La cuestión es de dónde saldrá ese dinero. Parte puede lograrse ahorrando en el consumo energético y tirando de ahorros, pero otra parte tendrá que venir por una disminución de gastos.
Suponiendo que las familias
Cada familia europea necesita recortar 1.200 euros a sus gastos para pagar el gas
Según Bernstein, sectores como turismo, automóvil y ocio notarán más la crisis
tienen que recortar 1.200 euros, unos 491 saldrán de productos de consumo discrecionales (muebles o coches), 417 euros de servicios (restaurantes, ocio, viajes o comunicación) y 220 euros de alimentación, bebidas, tabaco, higiene o belleza.
Por sectores, el automóvil podría sufrir una caída de ventas de hasta el 9%, según Bernstein, con un 8% de descenso para las empresas de construcción y reparaciones, un 6% para el turismo, un 4% para la hostelería, un 3% para el tabaco, un 2% para la alimentación y menos del 1% para las comunicaciones.
“Los declives de ventas parecen manejables para muchas compañías de consumo. Pero hay que tener en cuenta que llegan en un momento en que los clientes ya se sienten muy exprimidos por los altos niveles de inflación ”, indica Bernstein.