Powell y Lagarde buscan el lado positivo de las ‘stablecoin’
Los líderes de los dos grandes bancos centrales resaltan algunas bondades, pero con más regulación.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, destacaron ayer que las stablecoins (criptomonedas asociadas a una moneda de curso o a otro activo) tienen ciertos aspectos positivos, aunque insistieron en que, en todo caso, necesitan más regulación, al igual que el resto del mundo cada vez más amplio de los criptoactivos.
Durante su participación en un evento organizado por el Banco de Francia, Powell destacó ayer que la Reserva Federal tiene un “amplio historial” de favorecer “innovación responsable”, incluso en el ámbito de los criptoactivos.
Perfil disruptivo
Por su parte, Lagarde valoró que las stablecoin son “posiblemente disruptivas”, aunque hasta ahora únicamente representan el 10% de todo el ecosistema de criptos.
En este sentido, Powell indicó que el objetivo último de la regulación es crear una situación de igualdad de condiciones, de forma que se puedan recoger los beneficios de la innovación, mientras se evitan los problemas.
El banquero central estadounidense destacó que la Fed sigue el principio de “mismo riesgo, misma regulación”.
No obstante, Powell reconoció que ciertas actividades
La Fed es partidaria de los beneficios de la innovación, siempre que se eviten problemas
dentro del ecosistema cripto, como los contratos inteligentes (smart contracts), no tienen un parecido similar con ninguna actividad financiera tradicional.
Además, Powell ha recordado que las stablecoin son una forma de dinero privado, por lo que sus emisores están sujetos a pánico financiero y a huida de capitales en caso de que surjan vulnerabilidades.
De su lado, Lagarde puso el acento en que los bancos centrales desde hace muchas décadas funcionan como ancla monetaria.
“Si no nos involucramos en experimentar e innovar en términos de dinero digital de un banco central, corremos el riesgo de perder el rol de ancla que hemos adoptado desde hace muchas, muchas décadas”, avisó.
En este sentido, Lagarde recordó que no sería deseable volver a la banca del siglo XIX y principios del siglo XX.