Viajes ajenos a la inflación y por salud mental
El 47% cree vital para su bienestar emocional una escapada y no dejará de hacerlo.
Madrid
Puede que viajar sea el mejor ansiolítico en los próximos doce meses. El 47% de los españoles considera importante o muy importante hacer una escapada para su salud mental, según el Changing Traveller Report 2022, presentado ayer por la plataforma de comercio hotelero mundial SiteMinder. Y es que ocho de cada 10 personas afirman ser más felices cuando tienen un viaje en mente. “Viajar siempre ha sido relevante para la salud mental, pero su importancia se ha acentuado desde la pandemia, ya que contribuyó a ponerlos en valor en nuestras vidas. De hecho, vemos cómo se está alargando la temporada de verano”, explica a EXPANSIÓN Sara Padrosa, directora para España de SiteMinder, quien añade que “un cambio interesante es que los viajes suelen tener ahora un objetivo más concreto y están a su vez más orientados a la experiencia que antes”. Crece también la reserva de servicios adicionales en el hotel por parte de los españoles (por encima de la media mundial) como spa y tratamientos de belleza.
Es una de las principales conclusiones de un estudio que detecta las grandes tendencias del turismo en los próximos doce meses. Otra muy relevante es que, según la multinacional, la inflación no afectará al deseo de viajar de las personas. ¿Pero no repercutirá en la práctica? “El 57% de los viajeros de todo el mundo ha declarado que el aumento de la inflación tendría un impacto moderado o nulo en sus decisiones de viaje y alojamiento y el 85% de los viajeros encuestados dijo que se sentiría cómodo gastando dinero adicional en extras en su hotel durante su próxima estancia. Los viajeros españoles, sin embargo, sí se mostraron más preocupados por el presupuesto, ya que el 33% afirmó estar en busca de tarifas más baratas”, matiza la ejecutiva.
El 85% de los españoles que realicen un viaje durante los próximos doce meses asegura que lo hará dentro de su país y apenas el 15% viajará únicamente fuera, a pesar de que las fronteras de casi todos los países se han reabierto con normalidad. El informe de SiteMinder pronostica una larga vida y mayor influencia al bleisure, experiencias que combinan trabajo y ocio. Concretamente un 30% de viajes de los españoles (por encima de la media europea) serán de esta modalidad, un porcentaje que llega al 37% en los jóvenes de la llamada Generación Z. Frente a los viajeros más tradicionales, este colectivo aporta algunas singularidades a tener en cuenta por los hoteleros: aprecian elementos que les hacen la vida más confortable (como la decoración), emplean más tiempo en buscar hotel, están más influenciados por la publicidad y dispuestos a pagar un precio más alto por su habitación.
Lo que está claro es que el nuevo viajero es más tecnológico, pero no está dispuesto a renunciar al contacto humano. Más allá de la ubicación del hotel, uno de los elementos más valorados por los encuestados a la hora de volver a un alojamiento es el staff y la atención al cliente (54%). Y aunque la mayoría (55%) aprecia que el hotel tenga check-in automático, el 89% prefiere contar con la presencia de un empleado en su llegada. “La calidad de un alojamiento dependerá de su experiencia y del trato humano que les otorguen a los huéspedes. Aunque la tecnología y las preferencias evolucionen, los alojamientos deben aportar siempre un toque humano atento”, considera la directiva de la compañía en España.
Con la mayor digitalización del sector y el renovado deseo de los españoles por viajar, nunca ha sido tan sencillo para los hoteles conseguir clientes, pero de la misma forma que los consumidores tienen más predisposición y facilidad para reservar, también la tienen para cancelar. De hecho, los viajeros exigen flexibilidad a la hora de organizar sus viajes y para el 86% de los españoles es “importante” o “muy importante” (el segundo porcentaje más alto de los diez mercados encuestados) poder modificar o cancelar libremente su reserva. Y es que flexibilidad seguirá siendo pasada la pandemia una llave maestra para la industria hotelera. Como concluye Padrosa, “los clientes ven ahora la reserva previa a la estancia como algo menos comprometido, lo que empuja a los hoteleros a repensar la forma en que se comunican con sus huéspedes antes, durante y después de la estancia, ya que cada vez son más los que reservan para cancelar”.
La flexibilidad importa más a los españoles que a otros mercados y crecen los que reservan para cancelar luego La Generación Z está dispuesta a pagar un precio más alto por una habitación de hotel El 85% de los españoles que realice un viaje durante los próximos 12 meses lo hará en nuestro país