Duralex deja de fabricar sus vajillas después de 77 años
La fábrica de la histórica vajilla de vidrio de color ámbar que llenó las cocinas españolas de los años 70 Duralex ha anunciado el cierre de su última planta activa en la ciudad de Orleans (Francia) por no poder hacer frente al coste del gas.
El centro de producción ubicado en la localidad gala de Orleans paralizará sus hornos debido a que los precios del gas hacen inviable continuar con la actividad. El próximo 1 de noviembre, la marca enviará a sus 250 trabajadores al paro.
En condiciones normales, los precios de la energía en la fabricación de vidrio pueden representar entre un 5% y un 7%. Sin embargo, ahora rondan el 46%, indica la empresa.
Concurso
La compañía ya entró en concurso de acreedores el pasado mes de septiembre debido a la caída de sus ventas. Cuatro meses después, el grupo francés International Cookware, experto en vidrio templado, compró la célebre marca por 3,55 millones de euros junto un ambicioso plan comercial e industrial que se ha truncado ahora debido al alza del precio de la energía provocado por la guerra de Ucrania.
En ese momento, el director comercial y de márketing de la empresa, Frédéric Morin Payé, confirmó que la facturación se había hundido un 60%. En 2017, uno de los hornos de la fábrica sufrió un daño durante su reparación, lo que provocó que la producción pasara a 20 toneladas de vidrio por día, en lugar de las 160 toneladas habituales. La marca no recuperó los niveles de anteriores lo que repercutió en las ventas.
Fundada en 1945 por SaintGobain, una cristalería de los suburbios de Orleans, la compañía se hizo popular por vender sus vajillas como “indestructibles” por sus materiales ultrarresistentes. Los platos, tazas y vasos de Duralex entraron enseguida en las cocinas y en los comedores escolares de todas Europa convirtiéndose en un icono de la vida diaria de los años 60, 70 y 80.
Forman parte del patrimonio nacional francés. Han sido expuestos en el MoMa de Nueva York e incluso hecho apariciones en películas como en Skyfall, donde un James Bond interpretado por Daniel Craig se tomaba un güisqui en un vaso de Duralex.