Reino Unido trata de recobrar su credibilidad
La vuelta de tuerca a la política fiscal del Gobierno británico imprimida por el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, para recuperar la credibilidad perdida ante los mercados no sólo incluirá revertir las rebajas de impuestos que la primera ministra, Liz Truss, abanderó a su llegada a Downing Street. También supondrá dar marcha atrás al voluminoso plan de ayudas a familias y empresas para capear la crisis energética, que hubieran implicado disparar el gasto público en 115.000 millones de euros durante los dos próximos años. Al tiempo, el nuevo responsable del Tesoro británico anunció la creación de un consejo financiero que integrarán expertos que asesoren al Gobierno británico, similar a los comités de sabios que gozan de gran prestigio en Alemania o Estados Unidos, como una forma de garantizar que a futuro no se pondrán en marcha nuevas ocurrencias en materia presupuestaria. Los esfuerzos del Gobierno británico, así como los del Banco de Inglaterra en defensa de la libra y de los fondos de pensiones, fueron ayer bien acogidos por los mercados, llevando a la mayoría de las bolsas europeas a anotarse importantes ganancias tras el retroceso de la semana pasada. Pero revertir la inestabilidad provocada por los continuos vaivenes de la política en Reino Unido durante los últimos años, y que ha deteriorado su fama como destino seguro para invertir, no se logrará por completo a corto plazo. Especialmente si tienen éxito los movimientos palaciegos entre los tories para desbancar a una premier que sólo lleva en el cargo seis semanas.