ACS indemnizará con 78 millones por sobrecostes en Seattle
Once años después de ganar el contrato y casi cuatro después de ponerse en servicio la infraestructura, ACS y su socio Tutor Perini tendrán que indemnizar finalmente con 77 millones de dólares, intereses incluidos (78 millones de euros), al estado de Washington (EEUU) por los sobrecostes en la construcción de un túnel de circunvalación en Seattle (Alaskan Way) cuyo presupuesto inicial fue de 1.200 millones de dólares (1.233 millones de euros), pero que se multiplicó por los retrasos provocados por la rotura de la tuneladora Bertha, famosa por ser el mayor ingenio fabricado en ese momento para realizar la obra subterránea, equivalente a los túneles de la M-30 de Madrid.
Según ha comunicado en una nota la autoridad de Transportes de Washington, “la Corte Suprema ha rechazado la apelación del consorcio Seattle Tunnel Partners (Dragados y Tutor Perini) para realizar un revisión adicional de una sentencia de 2019 que obligó a indemnizar con 57,2 millones de dólares. La decisión de la Corte Suprema es el punto final en el proceso de apelación de este caso”.
El caso de Bertha (recibió el nombre de una alcaldesa de Seattle de los años veinte) fue muy seguido en el sector al tratarse de la mayor tuneladora del mundo. ACS encargó a la japonesa Hitachi Zosen la construcción de la máquina, de 17,48 metros de diámetro y 7.000 toneladas de peso, que la convirtió en récord mundial por dimensiones. Superaba en 2,5 metros el diámetro de las tuneladoras de la M-30 madrileña.
Bertha se diseñó para construir un túnel de 2,8 kilómetros de longitud con un plazo inicial de 14 meses. Su altura equivalía a un edificio de seis plantas y tenía 112 metros de longitud, con una potencia eléctrica suficiente para abastecer una ciudad de 40.000 habitantes. La tuneladora podría ofrecer un empuje máximo
La constructora cierra el proceso judicial abierto por la rotura de la tuneladora ‘Bertha’
de 39.200 toneladas, con el que se podrían levantar dos aviones Boeing 747 juntos.
Bertha comenzó a tunelar en 2013, pero a los cuatro meses de funcionamiento tuvo que dejar de excavar tras chocar con una red de tuberías que dañó de gravedad la cabeza cortadora de la máquina. Las obras del túnel estuvieron paradas unos dos años y ni contratistas ni cliente se pusieron de acuerdo en la asunción de esos sobrecostes que finalmente se han dirimido en los tribunales.
Washington también abrió un pleito contra las compañías aseguradoras por una cantidad equivalente. Según las autoridades estatales, la decisión final se conocerá en el plazo de uno o dos años.
Los túneles de Seattle figuran en la nutrida lista de contratos de ACS en EEUU que han superado los 1.000 millones de presupuesto de inversión. El grupo español aborda obras de tamaño equivalente en Texas (Corpus Christy Bridge) o el people mover del aeropuerto de Los Ángeles (California).