Bruselas, en alerta por la tensión entre China y Taiwán
El nuevo e incierto escenario geopolítico al que se enfrenta Europa va más allá de la guerra en Ucrania y de sus consecuencias a medio y largo plazo. China, inmersa ya en el XX Congreso del Partido Comunista Chino, en el que Xi Jinping aspira a afianzar aún más su poder con un tercer mandato quinquenal inédito entre sus predecesores, es también motivo de creciente alerta en la UE, que observa con especial preocupación la cada vez más tensa relación entre el gigante asiático y Taiwán. Europa “debe prepararse bien para los distintos posibles desarrollos en Taiwán y los estrechos”, señala un documento del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que añade que esta cuestión “ya tiene un efecto muy perjudicial para las relaciones entre la UE y China”. “Cualquier cambio violento o coercitivo del statu quo podría tener enormes consecuencias económicas, políticas y de seguridad a nivel mundial, teniendo en cuenta, especialmente, el papel principal de Taiwán como proveedor de los semiconductores más avanzados”, señala el informe, que el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, presentó ayer a los ministros de Exteriores de la UE durante la reunión que celebraron en Luxemburgo para abordar una primera discusión respecto a cómo deben responder los Veintisiete a los “retos” que plantea el régimen de Pekín.
El contenido del documento se conoció poco después de que el líder chino, Xi Jinping, abriera la puerta al uso de la fuerza en Taiwán. “Perseguiremos una reunificación pacífica pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza como opción”, afirmó el mandatario chino, quien no obstante ciñó ese posible paso al frente a Taiwán, asegurando que China “nunca buscará la hegemonía” ni el “expansionismo”. Pekin considera Taiwán como una provincia rebelde y separatista de China, aunque la isla se ha comportado de facto como una nación independiente desde 1949.
Junto al riesgo de una “reunificación” de Taiwán por la fuerza, Europa teme que, tras el XX Congreso del Partido Comunista Chino se amplíen las divergencias “entre las opciones y posiciones políticas de China y las nuestras”. Sin olvidar la alianza entre Xi Jinping y Vladímir Putin. “Aunque China parece haberse distanciado de los objetivos de Rusia en Ucrania” después de las amenazas de Moscú de usar armas nucleares, “las relaciones bilaterales entre China y Rusia claramente equivalen a una sólida asociación estratégica, basada en el apoyo a los intereses fundamentales de cada uno de ellos, y no pueden ser ignoradas”. En este contexto, en el que el tablero geopolítico se está viendo sacudido con fuerza, Bruselas cree que Europa debe revaluar su relación con China para hacerle frente, ya que “se ha convertido en un competidor global todavía más fuerte para la UE, EEUU y otros socios afines”. Una revaluación en la que, no obstante, el bloque comunitario tendrá que seguir viendo a China como un “socio, un competidor y un rival”, señaló ayer Borrell.
China, que tenía previsto dar a conocer hoy el PIB del tercer trimestre, ha pospuesto sin fecha la publicación del dato.