Las estrategias climáticas pierden apoyos en las juntas
El escrutinio de los accionistas hace que el voto favorable a los planes e informes sobre el clima caiga seis puntos en un año, del 97% al 91%.
El foco en los componentes E (ambiental) y S (social) de los criterios ESG sigue aumentando en las juntas generales, haciéndose un hueco entre las resoluciones ligadas a la G de gobernanza. El cambio climático continúa siendo el centro de atención de las propuestas presentadas en las asambleas, especialmente en Europa, donde se consolida el movimiento Say on climate, similar al Say on pay (que garantiza el derecho de los accionistas a votar las retribuciones de los consejeros).
La presión para responder a la crisis del cambio climático, tanto de grandes inversores como el Fondo Noruego de Pensiones, BlackRock, UBS o Schroders, como de proxy advisors (asesores de voto) y de grupos activistas como Follow This o ShareAction, extiende la inclusión en el orden del día de las juntas de resoluciones, en su mayoría consultivas, para que los accionistas voten planes y estrategias climáticas que contemplan reducir las emisiones contaminantes y el camino hacia el net zero en línea con el Acuerdo de París.
La temporada de juntas de 2022 ha sido la segunda en la que las empresas han propuesto voluntariamente las resoluciones Say on climate. Según datos de Georgeson, 36 compañías europeas las presentaron para su votación en junta entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de este año. Entre las sociedades que lo hicieron por primera vez figuran el fabricante irlandés de productos de aislamiento para edificios Kingspan, la energética noruega Equinor y la empresa de autopistas italiana Atlantia.
Retroceso
Sin embargo, el nivel de apoyo a estos puntos del orden del día ha retrocedido. Si el año pasado se situó en una media del 97%, Georgeson sepor
Repsol sometió por primera vez a voto su estrategia; mientras que las de Ferrovial y Aena pierden apoyos
ñala en esta temporada el respaldo ha bajado al 91%, debido al mayor escrutinio de accionistas y proxys.
La votación consultiva del plan de transición climática para lograr la neutralidad de carbono en 2050 de la eléctrica francesa EDF fue el que recibió el mayor apoyo favorable: 99,87% de los accionistas presentes o representados. Le siguió el informe de transición hacia las cero emisiones de SSE, uno de los grandes grupos eléctricos y de gas de Reino Unido, con el 98,92%.
Por el contrario, la suiza Glencore, considerada la mayor trader de materias primas del mundo, vio como su informe de progreso climático recibía este año el voto favorable del 76,28%, 18 puntos menos que doce meses antes, mientras que el negativo subía al 23,72%. En 2021, Glencore presentó el plan de transición climática a diciembre de 2020, que fue aprobado entonces con un 94,36% y rechazado con un 5,64%.
Un apoyo inferior al 80% han recibido este año las propuestas del banco UBS (77,74%), la gestora de activos M&G (79,57%) y Shell. El plan climático de la petrolera tuvo el voto negativo del 20,09% (frente al 79,91% favorable), casi el doble del 11,26% en contra de la junta de 2021, lo que demuestra el creciente descontento de los accionistas con la estrategia de Shell.
Vigilancia
Otra energética europea, un sector vigilado por los grandes inversores y presionado