La COP27 urge a las empresas a ayudar a los países más vulnerables
Cepyme y ATA manifestaron ayer su oposición al paro, advirtiendo de que “sólo agravará la difícil situación económica” que ya sufren empresas y ciudadanos, mientras que la patronal logística UNO avisó el lunes de que “es irresponsable convocar una movilización de estas características, pues pone en peligro la cadena de suministro en un momento estratégico del año para miles de empresas que se juegan ahora su cuenta de resultados”. Los convocantes ni siquiera cuentan con la comprensión de los sindicatos UGT y CCOO, que niegan que se pueda hablar de huelga y recuerdan que no tiene cobertura legal para organizar piquetes. El sector coincide con la plataforma convocante en que los transportistas siguen afrontando serias dificultades, pero abogan por la vía de la negociación con el Gobierno para avanzar en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en marzo.
Uno de los principales focos de la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que hasta el próximo 18 de noviembre acoge la localidad egipcia de Sharm el-Sheikh, es avanzar en la compensación a los países más pobres por los daños causados por el cambio climático, cuestión que por primera vez se ha incluido en la agenda de una cumbre del clima. En este contexto, la COP27 reclamó ayer al sector privado que ayude a los países más vulnerables a los efectos del calentamiento global y a aquellos que más están padeciendo su impacto. En concreto, un informe presentado en la cumbre pide al sector privado que invierta 2,4 billones de dólares anuales para 2030, cifra que necesitan los países emergentes y en desarrollo para reducir las emisiones, aumentar su resiliencia y hacer frente a las pérdidas y daños causados por los efectos del cambio climático.
De acuerdo con el informe, los países emergentes y en desarrollo deben trabajar con inversores e instituciones multilaterales para desbloquear un billón de dólares anuales en financiación externa para mitigación, adaptación y pérdidas y daños para 2030. Además, se necesitarán alrededor de 1,4 billones anuales para impulsar la transición energética, según señaló en una rueda de prensa Nicholas Stern, experto del London School of Economics y uno de los autores del informe. “Se estima que las necesidades anuales totales de inversión para los países de mercados emergentes y en desarrollo distintos de China serán de un billón de dólares en 2025 y de 2,4 billones de dólares para 2030”, señaló Stern.
En el documento se reclama también que las subvenciones y los préstamos a bajo interés de los gobiernos de los países desarrollados a los más vulnerables se dupliquen de 30.000 a 60.000 millones de dólares anuales para 2025. Hasta la fecha, los países más ricos se han mostrado reticentes a asumir que tienen responsabilidad por las emisiones históricas, y hasta el momento no han brindado el nivel de apoyo que las naciones en desarrollo aseguran necesitar.
CEOE, Cepyme y ATA advierten de que una nueva huelga “solo agravará la difícil situación económica”