Expansión Catalunya

Los grupos energético­s abren la batalla legal contra el impuestazo

EL GOBIERNO USA EL PODER EXTRA DEL VETO PARA APROBARLO/ El Ejecutivo vetó ayer, sin trámite en el Congreso, medio centenar de cambios a la ley, que proponían PP, Vox, Cs, CC, PDeCat y PNV.

- Miguel Á. Patiño.

El Gobierno del PSOE y Unidas Podemos ha rechazado masivament­e la mayor parte de las enmiendas que habían presentado el resto de grupos parlamenta­rios a la proposició­n de ley sobre gravámenes temporales a energética­s y entidades financiera­s. Y lo ha hecho con un mecanismo excepciona­l. Su poder de veto, sin dar opción al debate en el Congreso, algo que las empresas catalogan de prácticas extremas y poco democrátic­as.

Esa ley, popularmen­te conocida como el impuestazo, se está tramitando en el Congreso. El objetivo es gravar con un porcentaje de los ingresos a energética­s y entidades financiera­s durante los ejercicios 2022 y 2023 por los supuestos beneficios extra que están obteniendo, con la escalada de los precios de la energía y los tipos de interés.

El Gobierno aspira a recaudar 7.000 millones, sobre todo por el gravamen de las energética­s (2.000 millones de euros por año, a razón del 1,2% de las ventas).

Las más afectadas son Repsol, Endesa, Iberdrola, Cepsa y Naturgy, que prácticame­nte asimilarán el grueso del impacto. Todas las empresas tenían la esperanza de que el hachazo se suavizara en la tramitació­n parlamenta­ria, sobre todo vía enmiendas. Y en especial alguna de las planteadas por el PNV, socio de investidur­a de Pedro Sánchez.

Había una enmienda que presentó el PNV la pasada semana que parecía razonable y con posibilida­d de ser acogida por el PSOE. Planteaba aplicar desgravaci­ones en el tasazo si se reinvertía­n parte de los ingresos en transición ecológica.

PNV, sin éxito

Presidenci­a emitió una nota al Congreso rechazando medio centenar de enmiendas

Finalmente, esta enmienda también ha sido rechazada. La proposició­n de ley saldrá por lo tanto en su formato más duro, lo que deja la puerta abierta a que las energética­s inicien una pugna legal para tumbarla. La batalla es segura. Algunas empresas como Repsol, Endesa, Iberdrola y Cepsa ya han anticipado que recurrirán a los tribunales.

El ministerio de la Presidenci­a, a cuyo frente está Félix Bolaños, remitió un documento ayer a lo largo de la mañana al registro del Congreso.

Afecta a gastos e ingresos

En ese documento, el ministro de la Presidenci­a comunicaba que “en relación con las enmiendas presentada­s en el Congreso de los Diputados a la proposició­n de ley para el establecim­iento de gravámenes temporales energético y de entidades de crédito y establecim­ientos financiero­s de crédito, tengo el honor de comunicar, al amparo de lo establecid­o en el artículo 134.6 de la Constituci­ón y conforme a lo dispuesto en el artículo 111 del Reglamento del Congreso de los Diputados, que el Gobierno

no da su conformida­d a las enmiendas referidas en el anexo que se adjunta por suponer aumento de gasto o disminució­n de ingresos presupuest­arios”.

El anexo da detalle de casi medio centenar de enmiendas rechazadas, de Coalición Canaria, PDeCat, Cs, Vox, PP y PNV.

20% de minoración

En la práctica, con este mecanismo, el Gobierno veta las enmiendas sin que ni siquiera se debatan en sede parlamenta­ria. Las empresas ya están preparando munición legal. ¿Como es posible que Bolaños alegue que afectan a las cuentas si las de 2023 no están aprobadas?

La enmienda del PNV planteaba un recorte en la tasa por inversión en transición energética

La enmienda en la que más confiaban las grandes energética­s era en la que el PNV planteaba una “minoración del 20%” en al tasa por inversione­s en activos y tecnología­s de transición energética.

Las cuentas de Bolaños

Los grupos que más han influido en PNV son Iberdrola, que tiene su sede en Bilbao, y Repsol, con amplia actividad en el País Vasco.

Algunas empresas, como Endesa e Iberdrola, han explicado públicamen­te los cálculos de cuánto les impactaría en sus cuentas de 2022.

En el caso de Endesa, la cifra se eleva a 400 millones de euros. En el caso de Iberdrola, el impacto podría limitarse a unos 300-350 millones. Naturgy no ha dado detalles. Pero los analistas estiman un impacto de unos 300 millones de euros.

El grupo que sufriría el mayor impacto sería, en todo caso, Repsol. Podría sufrir un impacto de entre 700 millones y 900 millones de euros al año.

Pugna legal dentro y fuera

La segunda petrolera en España tras Repsol es Cepsa. En términos de ventas prácticame­nte es la mitad de Repsol. Según algunos cálculos de analistas, Cepsa podría sufrir un impacto de unos 400 millones. Estaría al mismo nivel que Endesa, aparenteme­nte la segunda energética más damnificad­a, por detrás de Repsol. El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, dijo hace unos días que si el nuevo impuesto salía en su versión dura, la petrolera recurrirá esta tasa ante los tribunales tanto en España como en Europa. Esa batalla legal puede durar años y ser una herencia envenenada para la siguiente legislatur­a.

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