Málaga, Girona, Valencia y Madrid lideran la recuperación de la vivienda tras el Covid
Los precios de los inmuebles se han disparado casi un 10% en Málaga respecto a las cifras previas al estallido de la pandemia. El desequilibrio entre oferta y demanda y el teletrabajo, las principales razones.
La crisis del coronavirus no ha sido nada homogénea, ni en términos sanitarios ni económicos ni en lo que respecta al mercado inmobiliario. Así, provincias como Málaga, Girona, Valencia, Madrid y Baleares han notado un menor impacto en la vivienda por la pandemia y se han recuperado rápidamente de las turbulencias, de acuerdo con los datos de UVE Valoraciones, mientras que otras han quedado más rezagadas, si bien la bajada de precios ha espoleado un fuerte repunte del número de compraventas.
En concreto, Málaga registra un incremento de los precios de la vivienda del 9,85% respecto a las cifras previas al confinamiento, seguida de Girona y Valencia (8,73% en ambos casos), Madrid (8,53%) y Baleares (8,47%). Un empujón que ha venido provocado por el desequilibrio ya existente entre la oferta y la demanda, que apenas se ha visto alterado por la crisis, y el impulso proveniente del viento de cola generado por la inversión inmobiliaria, apoyada por la elevada rentabilidad del alquiler y el entorno de incertidumbre.
Además, algunas de estas provincias se han podido ver impulsadas por el teletrabajo, tanto a nivel nacional como internacional, debido a sus buenas conexiones aéreas y terrestres, como es el caso de Málaga, Valencia o Baleares. Y también ha podido jugar un papel determinante en Madrid, ya que el dato mide la evolución de los precios en la provincia, y no solo en la capital, por lo que la cifra podría reflejar fundamentalmente un incremento de los precios en la periferia como resultado de la búsqueda de viviendas más voluminosas, luminosas y con mejores calidades y espacios al aire libre.
De hecho, este acicate se extiende también a otras provincias, como es el caso de Tarragona (con un incremento de los precios del 7,15%), Alicante (6,55%), Segovia (6,39%), Guadalajara (5,98%) o Cádiz (5,4%), que dibujan un cinturón verde alrededor de Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla. Hay que tener en cuenta que estas provincias tienen precios muy por debajo de las grandes urbes vecinas, por lo que la opción de desplazarse a ellas puede resultar muy atractiva a pesar de los desplazamientos. Además, también hay que considerar la falta de stock de obra nueva en las grandes ciudades, lo que puede empujar a la demanda hacia estas ciudades pequeñas y medianas bien conectadas con ellas.
Sin embargo, otras provincias con grandes urbes quedan algo más rezagadas. Es el caso de Barcelona (un 4,04% por encima de los máximos previos al Covid), junto con Zaragoza (4,56%), Vizcaya (2,53%) o Sevilla (1,9%). La razón de este crecimiento algo más lento hay que buscarlo en la caída de la demanda por la recesión causada por la pandemia, que se añade a una cierta debilidad demográfica en algunos sitios y a que el ayuntamiento de Barcelona ha ahuyentado a muchos inversores.
Además, en este caso el trabajo a distancia ha jugado en contra de los precios, al permitir a los posibles compradores explorar nuevas posibilidades más alejadas de las grandes ciudades, destensando los precios en estas.
Finalmente, hay doce provincias que todavía no han recuperado los precios previos a 2020 (y alguna de ellas ni siquiera los de 2008). Se trata de Zamora (un 9,08% por debajo de las cifras de hace tres años), Soria (5,96%), Palencia (5,77%), Córdoba (4,62%), Teruel (3,2%) y, con descuentos menores, Ourense, Ciudad Real, Cáceres, León, Jaén, Albacete y Castellón. Pero estos retrocesos pueden ser el estímulo para una posterior recuperación, ya que muchas de estas provincias “han visto un considerable aumento de sus transacciones respecto al nivel previo a la pandemia, superior a la media nacional en muchos casos, lo que se podría interpretar como si los precios más bajos hubieran sido un acicate para las compras”, señala el informe.
Una crisis muy desigual
Además, no solo la recuperación del mercado inmobiliario ha sido muy desigual, sino que también lo fue su caída, debido fundamentalmente a la distinta situación demográfica y al mayor o menor stock de viviendas preexistente. Así, Soria experimentó un desplome del 11,02% desde 2019 hasta el mínimo registrado durante la pandemia, seguida de Palencia (9,82%), Zamora (7,15%) y Teruel (7,03%), mientras que el descenso fue bastante menor en los casos de A Coruña (0,88%), Pontevedra (2,06%), Granada (2,25%), Guipúzcoa (2,42%) o Barcelona (2,52%).
Solo hay doce provincias que todavía no han recuperado las cifras de 2019