LAETITIA FERRACCI

La dimensión ESG –que comprende los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo– se ha integrado en la estrategia de las compañías. “Tratamos de ser muy creativos para progresar y, para ello, trabajamos con el ciudadano, con nuestros inquilinos y desde el seno de la propia empresas”, afirmó Laetitia Ferracci, directora general de Klépierre Iberia. Con el foco en los centros comerciales, el grupo francés busca acuerdos conjuntos con sus inquilinos para maximizar la eficiencia y controlar el consumo en los edificios.

En el caso de Merlin, que comenzó a avanzar en esta dirección en 2015, prácticamente la totalidad de sus edificios están ya certificados. “Empezamos de cero casi por intuición, pensando que la certificación nos traería beneficios en el futuro, y fuimos descubriendo que había mu

Directora general de Klépierre Iberia

“Tenemos un deber pedagógico de explicar la labor que estamos haciendo y las consecuencias que implican los aspectos ESG”

“La hoja de ruta pasa por tener una visión largoplacista, una financiación ventajosa, una regulación consecuente y alianzas con inquilinos y proveedores”

cho por hacer”, explicó Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin. Ahora, la estrategia de la Socimi es más sofisticada, con objetivos como reducir el carbono operativo de los edificios y el carbono embebido en los procesos de producción, calcular las emisiones de la cadena de valor y tener un suministro 100% renovable.

El sector ha logrado un avance notable en los últimos años. “Hoy los aspectos ESG son transversales en nuestra organización por varios motivos: los inversores nos exigen otra forma de hacer las cosas, el cliente lo demanda por convicción y por razones de coste, y los buenos profesionales quieren trabajar en compañías que ayuden a mejorar su comunidad y el planeta”, señaló David Martínez, consejero delegado de Aedas Homes. La promotora se propone reducir en un 50% su huella de carbono para el año 2030, con medidas como la exploración de nuevos materiales como el hormigón verde.

Aunque los aspectos ESG abarcan distintas áreas, una de las más relevantes es el objetivo de un futuro neutro en carbono. “La descarbonización es clave porque este es un sector intensivo en emisiones de dióxido de carbono, en un contexto en el que la mayor parte de la población en los países desarrollados vive en zonas urbanas. Por lo tanto, la edificación juega un papel fundamental”, subrayó

Pablo Bascones, socio responsable de sostenibilidad y cambio climático de PwC España, que añadió que este desafío plantea riesgos pero también oportunidades.

Ventajas

Si antaño se consideraba la sostenibilidad como un lastre para la competitividad de las empresas, ahora queda claro que es una inversión de futuro. En un contexto donde Europa se encuentra a la zaga en la batalla tecnológica e industrial, David Martínez consideró que “la transición hacia modelos sostenibles y con una menor huella de carbono nos dará una ventaja competitiva a largo plazo”. Además, el consejero delegado de Aedas Homes matizó que ser más sostenibles será importante para que las compañías accedan a financiación.

Pese a los progresos que ha alcanzado el sector, los expertos se mostraron de acuerdo en que la concienciación sigue siendo una asignatura pendiente. “Hay consenso entre los gobiernos, la regulación y las compañías; el siguiente paso es que el cliente y consumidor se conciencie para que consigamos tener un impacto realmente grande”, destacó Ismael Clemente.

En la misma línea, Laetitia Ferracci coincidió en que “tenemos un deber pedagógico de explicar lo que estamos haciendo y las consecuencias que esto implica”. No obstante, “algunos inquilinos tienen necesidades muy acuciantes a corto plazo, y resulta complicado encontrar un equilibrio entre su realidad y la visión con argumentos sólidos a largo plazo”, advirtió la directora general de Klépierre Iberia.

Aunque el proceso sea paulatino, Pablo Bascones hizo hincapié en que algo sí está cambiando en la mentalidad del consumidor y del inquilino, que cada vez valora más la sostenibilidad. De este modo, el socio de PwC concluyó que “la hoja de ruta pasa por tener una visión largoplacista, una financiación ventajosa, una regulación consecuente y alianzas tanto con inquilinos como con proveedores”.