3. La amenaza de China
almacenamiento energético, decía en el foro que “se requieren grandes inversiones y el riesgo es que llegue una nueva tecnología y cambie radicalmente el sector”. En esta competición, contar con las materias primas para fabricar una batería es indispensable. La Agencia Internacional de Energía (AIE) predice que se requerirán 50 nuevos proyectos de litio, 60 minas de níquel y 17 desarrollos de cobalto para 2030.
Los fabricantes de automóviles están empezando a tratar directamente con las minas para asegurar los suministros a bajo coste y garantizar que se cumplan los estándares éticos y de emisiones. Stellantis, propietario de las marcas Peugeot y Fiat, y GM se encuentran entre los que han invertido en empresas mineras en un intento por asegurar recursos, explica Financial Times. Tesla también tiene intención de entrar en la minería si es necesario. Según uno de sus proveedores, el suministro occidental de grafito se verá limitado en la próxima década por la opacidad del mercado, que genera dudas a la hora de financiar nuevos proyectos.
Mientras, las baterías de fosfato de iones de litio (LFP) están ganando cuota de mercado, no contienen los polémicos cobalto y níquel y generalmente cuestan menos que otras, destaca BloombergNEF.
Precisamente, en China está aumentando rápidamente el número de vehículos eléctricos que utilizan baterías LFP, que ya suponen la mitad de todos los modelos que se lanzan al mercado en el país asiático. Y las empresas chinas de vehículos eléctricos, por ejemplo BYD –el fabricante más grande del mundo–, también compiten por asegurar el acceso a las minas de litio en África y Chile. BYD es la compañía que fabrica una competitiva batería conocida como la cuchilla, por su forma alargada y delgada, que justo utiliza litio y hierro en lugar de metales como el cobalto y el níquel. Ahora, otros fabricantes de fuera de China también se preparan para producir baterías LFP, más acordes con la transformación energética.
La participación del país asiático en las ventas globales de coches eléctricos pasó del 26% en 2015 al 48% en 2021 y al 56% en la primera mitad de este año. Estados Unidos trata