Lexington suma dos nuevos centros a su cartera

SIETE ESPACIOS DE ‘COWORKING’ EN MADRID Y BARCELONA EN 2023

Lexington, empresa pionera en servicios de espacios flexibles en España, sale de la crisis del Covid reforzada y se prepara para crecer con nuevos centros en 2023. La compañía, que nació en 1981 con su primer coworking en el número 141 de Paseo de la Castellana, contará en 2023 con, al menos, siete centros en distintas ubicaciones de Madrid y Barcelona.

A los cuatro centros ubicados en los números 141 y 79 de Paseo de la Castellana, 132 de Príncipe de Vergara y en La Moraleja, en Madrid, y al quinto que tiene en el Edificio Trade, en la Avenida Diagonal de Barcelona, la empresa sumará el próximo año dos nuevos centros y pasará de los 14.000 a los 18.000 metros cuadrados de superficie para más de 2.000 puestos de trabajo.

En concreto, Lexington abrirá un espacio en el barrio de Salamanca de Madrid, en un edificio singular ubicado en el número 35 de la madrileña Jorge Juan, y un segundo centro en la Avenida Diagonal de Barcelona. Las aperturas están previstas en el segundo trimestre, en el caso de Barcelona, y tercer trimestre del año para su nuevo y quinto centro en Madrid.

“Nos hemos especializado en el cliente corporativo, que supone un 60% o 70% de nuestro negocio, que piensa ya en el espacio flexible como una alternativa permanente a la hora de alquilar espacios”, apunta David Vega, CEO de Lexington a EXPANSIÓN.

Vega explica que aunque la pandemia fue una prueba de fuego para el sector Lexington mantuvo su solvencia financiera gracias a que sus contratos son de mayor duración que los de otros rivales con vencimientos a 12 o 24 meses frente a los de alquiler por meses de otros coworking.

Desde que José Manuel Vega, fundador de la empresa, importara esta fórmula de negocio de Estados Unidos, los espacios de coworking han evolucionado y ahora es una opción para grandes multinacionales internacionales que quieren implantarse en el país pero también nacionales que buscan una alternativa al alquiler tradicional.

En este sentido, Vega cree que la situación de incertidumbre actual puede suponer un revulsivo al negocio de espacios flexibles porque permite a las empresas ajustarse más a sus necesidades con ciclos de contratos más cortos y con foco en los espacios colaborativos y que fomentan la formación y el aprendizaje.

Para capitalizar la necesidad de estas compañías de contar con espacios menos convencionales, la empresa quiere seguir aumentando su huella con nuevos centros en la capital española y en la Ciudad Condal y abre la puerta a analizar otras plazas a medio plazo para entrar en nuevas localizaciones.

La empresa cuenta con 18.000 metros más de ‘coworking’ para más de 2.000 puestos

Sus contratos con los propietarios de edificios que ocupa no están indexados al IPC