Hay un límite para las ventas de Casino
El grupo francés de supermercados Casino parece menos centrado en la venta de comestibles que en la venta de partes de sí mismo. Acreedores y accionistas deberían cruzar los dedos. Las ventas de activos, más que las de los supermercados, proporcionarán el dinero necesario para pagar las deudas del grupo. No hay garantía de que sea suficiente. Casino ha comenzado esta semana a vender al menos el 10,4% del capital social de Assaí, su rentable filial brasileña. Esto generará unos 490 millones de euros para ayudar a reducir el apalancamiento, y se sumará a un plan de venta de activos de 4.500 millones de euros, de los cuales 4.100 millones ya se han completado desde 2018.
La venta de Assaí servirá para hacer frente a una deuda en bonos de casi 1.200 millones de dólares que vence en 2024. Otros 1.800 millones lo hacen en 2025. Casino también debe entregar efectivo a su matriz, Rallye, que se enfrenta a reembolsos similares en 2025.
El consejero delegado Jean-Charles Naouri controla Casino a través de las “poleas bretonas”, un sistema de sociedades de cartera altamente apalancadas muy popular entre los magnates franceses para maximizar el control con un coste mínimo. El fuerte uso de la deuda por parte de Casino y sus empresas matrices ha causado alarma. S&P Global rebajó la calificación crediticia de Casino en octubre.
La empresa está perdiendo cuota de mercado. Sus marcas francesas se sitúan en el extremo más caro del mercado. Su valor de mercado, de unos 1.200 millones de euros, es menos de la mitad que hace tres años, antes de la pandemia. La venta de sus acciones en Assaí reduce la participación de Casino a sólo el 30,5%. Esto limita su participación en los beneficios de Assaí y su reserva de activos disponibles. Este es el problema de Casino. Si no vende más activos, comestibles o ambas cosas, algo complicado dadas las condiciones del mercado, tendrá dificultades para pagar sus deudas.