“Lo difícil ahora es saber cómo marcar la diferencia”
ANNA DELMAS Directora general de VisionLab.
Anna Delmas reconoce haber llegado “por casualidad” al mundo del retail. Pero, ¿se puede considerar a VisionLab una empresa de este sector? “Sí, hay muchas formas de retail y la óptica también está englobada en él”, explica Delmas. Es probable que muchos de ustedes hayan pensado siempre (yo misma lo creía) que este tipo de negocios estaban incluidos en el sector sanitario –de hecho, aún es obligatoria la mascarilla porque el Gobierno equipara una tienda óptica con un hospital–, pero en los últimos años todas las marcas ópticas se han acercado a la moda. Para la directora general de VisionLab “es ahí donde empieza a ser superinteresante” y quizá es por eso por lo que su perfil parecía el adecuado a la hora de dirigir una marca española fundada en 1985, que dispone de 112 centros propios en España y en Portugal. Tras ser directora general en nuestro mercado de Suárez y Body Shop y, si asumimos que efectivamente la óptica es retail, Delmas parecía la mejor candidata.
Pero volvamos a eso de la casualidad. “He trabajado en LVMH, en Sephora, en Yves Rocher... Soy una persona inquieta, a la que le gustan los retos, que no dice que no a nada porque a todo le ve un punto interesante...”, define Delmas, que asegura que lo único que no cambiaría es su país de residencia. “Soy francesa y he vivido en Dinamarca muchos años, pero a mi familia y a mí nos gusta mucho España y no creo que accediera ahora a un puesto que supusiera un traslado”, confirma Delmas, que lleva veinte años viviendo y trabajando en nuestro país y que accedió al cargo de directora general de VisionLab el pasado mes de enero. Un puesto que no la obligará a hacer las maletas, pero que plantea muchos retos por delante. “Tenemos que seguir siendo la locomotora de este mercado en términos de tecnología y de propuestas innovadoras. El sector ha cambiado mucho en los últimos años, la oferta ha crecido, la competencia es cada vez mejor y lo difícil ahora es saber cómo marcar la diferencia”, afirma la directiva de VisionLab, una compañía que produce más de 2.500 lentes al día.
La fabricación es precisamente uno de los puntos fuertes de VisionLab, ya que la marca es la única gran cadena de gafas de las que opera en España que fabrica sus propias lentes, algo que le permite personalizar las gafas y probar nuevas tecnologías en cada proceso. También tiene acuerdos con otras marcas y comercializa modelos de los grandes players del sector, de sol o graduadas. “Hoy podemos adaptar los cristales a los hábitos de cada persona, desde la lectura, el deporte o la conducción. Es algo muy reciente, de hace unos
“El camino que recorre el cliente durante el proceso de compra hay que hacerlo lo más fácil posible”
“Intento llegar lo mejor posible a todo, incluso con hijos adolescentes, pero, si no lo consigo, no pasa nada”
cinco años, y que aún tiene mucho desarrollo, por eso creemos que el futuro que tenemos por delante como compañía es apasionante”, reconoce Delmas, que cree que una de las características del sector es que la tienda física seguirá siendo esencial. “Se puede digitalizar, pero hay barreras importantes porque el cliente necesita que le regule las gafas un optometrista, probarse varios modelos o tener un tiempo de adaptación y para eso tiene que ir a la tienda”, afirma Delmas, que aun así cree que el proceso de compra aún se puede digitalizar mucho más. “El camino que tiene que hacer el cliente hay que hacerlo lo más fácil posible. Se puede elegir la montura por Internet, encargar las gafas si tiene la receta de un médico especialista o pedir cita por la página web, pero la compra será omnicanal. Las gafas graduadas no son un vestido o un pantalón que se pueden comprar por Internet y cambiar si no nos valen”, compara Delmas.
En cuanto a disrupción tecnológica, VisionLab tiene mucha experiencia. De hecho, fue la primera marca en entregar gafas en una hora, en tener laboratorios de montaje en sus tiendas, en tener un amplio abanico de modelos, en disponer de cristales polarizados y gafas de sol graduadas, en hacer exámenes oculares completos o en lanzar la tecnología Kümer Lens, con cristales progresivos Kümer 4K y 8K. “Nuestra prioridad es garantizar de principio a fin la calidad de las gafas”, asegura Delmas, algo que impide fabricar fuera de las instalaciones de la marca o franquiciar tiendas. “El objetivo es ampliar la red y modernizar los puntos de venta actuales, pero manteniendo el control de todo el proceso”, concluye la directiva de VisionLab, una compañía que factura 50 millones de euros y que emplea a casi 550 personas. ¿Cómo consigue dirigir a tanta gente y compaginarlo con su faceta de madre? “Delegando mucho y teniendo solo un móvil. La frontera entre la vida personal y la profesional es cada vez más difusa”, reconoce Delmas, que mira al futuro con optimismo y sin culpa. “Intento llegar lo mejor posible a todo, incluso con hijos adolescentes, pero, si no lo consigo, no pasa nada”.