Jaume Roures y Tatxo Benet entran en la filial de Barça Studios de activos digitales
El ejecutivo comenta que el crecimiento internacional se centra sobre todo en ganar presencia en los 16 mercados exteriores en los que ya opera, más que en entrar en nuevos.
“Para los próximos ejercicios prevemos un incremento de nuestra actividad, manteniendo un crecimiento del área internacional e incrementando la facturación a escala nacional, con una mejora del ebitda y un resultad positivo”, añade la memoria de la compañía, que tiene una plantilla de 900 personas. Su consejero delegado es Josep David Alsina Solà y el presidente, Josep Alsina Oliva.
La empresa obtiene el grueso del negocio del alquiler de material para encofrar (70%), donde tiene más dificultad para trasladar la subida de precios, y, en menor medida, de la venta de producto para encofrar (23%) y de la prestación de servicios (7%).
Jaume Roures y Tatxo Benet, fundadores y accionistas de Mediapro, han entrado en el consejo de administración de Bridgeburg Invest, la filial de Barça Produccions (sociedad popularmente conocida como Barça Studios) a través de la que se desarrolla el negocio de activos digitales del club.
Roures adquirió, a título particular –a través de la sociedad Orpheus–, el 24,5% de este negocio, dentro de la política de venta de activos que realizó el club el pasado verano para poder fichar.
Otro 24,5% fue vendido a Socios.com, que han designado como vocales del consejo a Dorianne Spiteri, directora legal de la enseña, y Alexandre Dreyfus, consejero delegado. El Barça, que controla el 51% de Bridgeburg Invest, tiene como consejeros a su presidente, Joan Laporta; al tesorero, Ferran Olivé, y a María Isabel Meléndez, directora corporativa del club blaugrana.
Venta por 200 millones
La venta agregada del 49% de Bridgeburg Invest se cerró por unos 200 millones de euros. Esta operación se añadió al traspaso de un 25% de los derechos de televisión a Sixth Street por más de 500 millones de euros.
La venta parcial de la filial de activos digitales fue justificada, además de por motivos económicos, para “acelerar el crecimiento” de su estrategia en contenidos digitales, NFT y Web.3, en los que el Barça considera que no tiene suficiente conocimiento para sacarle rendimiento.