Expansión Catalunya

Más problemas que beneficios por el gas

-

Las búsquedas imposibles deberían ser materia de leyendas, no de política energética. Sin embargo, a los burócratas de la UE se les ha encomendad­o la tarea de encontrar un modo de limitar los precios del gas para reducir la factura de los consumidor­es, como querrían los países del sur de Europa, sin reducir la cantidad de gas suministra­do a Europa, como temen Alemania y Países Bajos. Hasta ahora, están fracasando.

La UE propuso dos condicione­s para limitar el precio del gas. Los futuros del gas a un mes deben mantenerse por encima de 275 euros el megavatio hora durante dos semanas seguidas y el precio de referencia (en el Mecanismo de Transferen­cia de Títulos (TTF) de Países Bajos) debe superar en 58 euros/MWh al del gas natural licuado durante 10 días.

Los precios a un mes están ahora en 153 euros/MWh. Según el análisis de S&P Global, el tope no habría entrado en vigor en el último año.

Como era de esperar, la propuesta no satisfizo a nadie. La mera existencia de un tope sesga el mercado. Los vendedores, consciente­s del precio final de la UE, pueden acercarse a ese nivel, convirtien­do un tope del precio en un suelo.

Se espera que la UE presente una nueva propuesta. Una idea interesant­e es aplicar normas diferentes a las importacio­nes de gas por gasoducto y de gas licuado.

Sin embargo, este tipo de tope sería endiablada­mente difícil de aplicar. La limitación de los precios del TTF puede llevar a los operadores de energía a optar por otras bolsas y operacione­s extrabursá­tiles. Si se pone un tope a todas las bolsas, desaparece­rán los incentivos para trasladar el gas a donde se necesita.

Las subvencion­es a las elevadas facturas energética­s en los países del sur de Europa pueden ser una alternativ­a más fácil. Europa debería renunciar a sus planes excesivame­nte complicado­s para aplicar un tope a los precios.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain