Europa se hiela: industria y servicios suman cinco meses en contracción
INDICE PMI/ La actividad económica de la zona euro sufre el periodo de contracción más prolongado desde la recesión de 2011-2013. Los datos de noviembre apuntan a una caída del PIB del 0,2%.
Mes a mes, la economía de la zona euro se desliza por el tobogán de la recesión, fruto de la debilidad de la producción industrial y ahora también del declive acelerado del sector servicios, engranaje clave en la maquinaria económica del Viejo Continente. El PMI compuesto de la zona euro (producción industrial y servicios), uno de los principales termómetros del estado de salud de la actividad económica y de su futura evolución, se situó en noviembre en 47,8 puntos. Aunque son cinco décimas más que en octubre (47,3 puntos), el indicador encadenó su quinto mes consecutivo en terreno de contracción; esto es, por debajo de los 50 puntos que marcan la delgada línea roja entre la expansión de la actividad y su freno y marcha atrás.
Europa está, sin duda, en retroceso y aunque su caída es ahora más lenta que hace solo unas semanas, está protagonizando el periodo de contracción más prolongado “desde la recesión que tuvo lugar entre 2011 y 2013, que fue desencadenada por la crisis de la deuda de la zona euro”, advierte S&P Global. De hecho, “la quinta caída mensual consecutiva de la actividad total señalada por el índice PMI aumenta la posibilidad de que la zona euro esté entrando en recesión”, señala Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, quien considera que los indicadores son compatibles con una recesión del PIB del 0,2% en noviembre.
Esta contracción se produce en un contexto en el que si bien el frenazo ha llegado algo más tarde al sector servicios y la actividad comercial, lo ha hecho finalmente impactando con fuerza. El PMI de los Servicios cayó en noviembre hasta los 48,5 puntos (una décima menos que en octubre), registrando su peor marca en 21 meses. Este dato evidencia la paulatina congelación de la demanda ante un horizonte nublado por la incertidumbre, la crisis energética y las todavía elevadas presiones inflacionistas. De hecho, los nuevos pedidos se encogieron por quinto mes “y el ritmo de declive se mantuvo sin cambios frente al récord de 20 meses registrado en octubre”, señala S&P Global.
Pero incluso entre las malas noticias hay escalas y gradaciones. Y los últimos indicadores apuntan a que el león de la crisis podría no ser tan fiero como parecía hace solo unas semanas. En otras palabras, Europa sigue enfilando la recesión, pero el shock podría ser más breve y menos intenso de lo que se preveía. “Los indicadores adelantados ponen de manifiesto que la desaceleración está ahí; ahora bien, en noviembre los indicadores de confianza y adelantados apuntan a que seguramente no va a ser tan intensa como habíamos temido hace sólo unas semanas”, señaló recientemente Luis de Guindos, vicepresidente del BCE.
En ese contexto, los índices
PMI muestran que el deterioro de la producción industrial se ralentizó en noviembre y también la caída de la demanda de productos y servicios, al tiempo que el empleo siguió resistiendo, aunque creció a su ritmo más débil en casi dos años. Las cadenas de suministros muestran ciertos síntomas de mejora y los costes, aunque siguen creciendo con fuerza, comienzan a moderarse, fruto en parte de la pérdida de fuelle de la demanda.
En este escenario, España sigue mostrándose más resiliente que las otras grandes economías del euro, aunque su PMI compuesto también se encuentra en terreno de contracción: 49,6 puntos, frente a los 48,9 de Italia; los 48,7 de Francia o los 46,3 de Alemania, cuya dependencia de la energía rusa hasta la fecha ha convertido a su economía en una de las más vulnerable de cara a este invierno.
Precisamente, ayer se conoció el PMI del sector servicios español, que sorprendió con un alza de 1,5 puntos, hasta los 51,2, de nuevo en territorio de expansión, registrando un repunte de las ventas por primera vez en cuatro meses. “Queda por ver si estas tendencias al alza pueden mantenerse, ya que los costes operativos siguen aumentando considerablemente y continúan ejerciendo presión en los presupuestos tanto de las empresas como de sus clientes”, alertó S&P Global.
Aumenta la posibilidad de que la zona euro esté entrando en recesión, avisa S&P Global