Una historia de segregación, de AbbVie-Abbott a MSD y Pfizer
La industria ha protagonizado otros spin off en los últimos años. En 2013, Abbott realizaba la mayor transformación en sus 125 años de historia, al completar la separación de AbbVie, su división de investigación farmacéutica. Hoy esta biofarmacéutica vale en Bolsa unos 241.000 millones de dólares, frente a los 179.000 millones de Abbott, y sus ingresos fueron el año pasado un 30% superiores a los de su antigua matriz. Sanofi pagaba 11.600 millones de dólares en 2018 por la biotech americana BioVerativ (tratamientos de hemofilia), que un año antes se había escindido como cotizada independiente de Biogen. Con el cierre de la compra de Actelion por J&J, en 2017, la biotecnológica suiza fue excluida de
Bolsa pero integró sus operaciones de I+D en una nueva biofarmacéutica, llamada Idorsia, que cotiza en Zúrich. La americana Merck, conocida como MSD fuera de Estados Unidos y Canadá, creó una sociedad independiente para sus activos de salud de la mujer. Organon está en Bolsa desde julio de 2021. Hace dos años, PDL BioPharma (dedicada al descubrimiento de anticuerpos en oncología y enfermedades inmunológicas) culminó la salida al Nasdaq de su negocio de sistemas láser para cirugías refractarias, denominado Lensar. El gigante biofarmacéutico norteamericano Pfizer ha llevado a cabo varios spin off de activos. Hace diez años escindió su división de salud animal, creando una empresa líder en el sector, que hoy es la cotizada Zoetis. En 2018, lo hizo con su negocio de consumo para unirlo al de la británica GSK, la actual Haleon, que debutó en Londres en julio. Y en 2019, Pfizer se hizo con el fabricante de fármacos genéricos Mylan, lo fusionó con su negocio de medicamentos sin patente para crear la sociedad Viatris, que también salió a cotizar en los mercados.