Santander investiga la visita de banqueros a un club de ‘striptease’
Santander contrató a un bufete de abogados para investigar a un grupo de banqueros que visitó un club de striptease después de un día de reuniones de empresa, y si los empleados más jóvenes se habían sentido presionados para asistir.
El incidente tuvo lugar en febrero, después de que el equipo de mercados de capitales de deuda globales del banco se reuniera en la sede británica del grupo español para celebrar reuniones departamentales, según varias personas con conocimiento directo de los hechos.
Esa noche, siete miembros masculinos del equipo, entre los que se encontraban tres altos directivos y cuatro empleados júnior, acudieron al Nags Head Gentlemens Club de Aldgate, que se describe a sí mismo como “uno de los establecimientos de baile erótico más antiguos de Londres”.
Según fuentes cercanas, un denunciante interno planteó al departamento de cumplimiento normativo del banco su preocupación por el viaje y por el hecho de que el personal júnior se hubiese sentido presionado para asistir.
También se informó a la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido, según estas personas.
“Es sintomático de un sector en transición de las antiguas normas a las nuevas”, señala una persona que trabaja estrechamente con las personas investigadas. “La empresa no sabía cómo manejar la situación porque estas prácticas eran comunes hace una década pero ahora, con razón, están mal vistas”.
“Es un secreto a voces”, afirma un empleado de Santander. “Todo el mundo [en el
El banco contrata al bufete Gibson Dunn para realizar una investigación interna sobre el incidente
banco] lo sabe, pero no se dice nada a nivel oficial”.
En respuesta, Santander contrató al bufete de abogados estadounidense Gibson Dunn para que realizara una investigación interna durante el verano con el fin de establecer los hechos del incidente.
El bufete de abogados entrevistó a hasta 15 personas que habían participado en la salida nocturna, incluidos los siete individuos que fueron al club, y concluyó que no se había ejercido una presión explícita sobre los miembros del personal júnior, según una persona con conocimiento del proceso.
No se ha despedido a ninguno de los implicados en el incidente, aunque sí se ha sancionado a uno de los directivos que orquestó la salida nocturna.
Santander ha declarado en un comunicado: “Nos tomamos muy en serio todas las inquietudes sobre la conducta de los empleados y seguimos un proceso riguroso para garantizar que se establezcan los hechos y se tomen las medidas apropiadas según sea necesario”.
“Los detalles de estas investigaciones y acciones se tratan de forma confidencial y, por lo tanto, no podemos hacer más comentarios”.
La forma en que la empresa abordó el incidente hizo temer a los miembros júnior del personal por cómo se vería afectada su carrera, explica la persona que trabaja estrechamente con los investigados.