Las estrenos de tecnológicas en Bolsa, en mínimos de 20 años
ESTADOS UNIDOS/ Los valores tecnológicos de alto crecimiento se han visto afectados de forma desproporcionada debido a las caídas en Bolsa.
La caída de la renta variable desde principios de año ha provocado la mayor escasez de salidas a bolsa en el sector tecnológico de EEUU en lo que va de siglo. De hecho, los expertos se muestran cautelosos sobre el ritmo al que se producirá la reactivación, incluso después de presenciar indicios en otros sectores.
El miércoles se cumplirán 238 días sin una OPV de tecnología por valor superior a 50 millones de dólares, superando los récords anteriores registrados tras la crisis financiera de 2008 y la caída de las tecnológicas a principios de la década de 2000, según un estudio del equipo de mercados de Morgan Stanley.
El mercado bursátil estadounidense se ha visto sacudido este año por la lucha de la Reserva Federal para reducir la inflación mediante agresivas subidas de tipos de interés. El aumento de los tipos afecta a las valoraciones de las acciones al reducir el valor de los beneficios futuros y ha desatado el temor a que la economía entre en recesión.
Los valores tecnológicos de alto crecimiento dominaron el mercado de OPV del año pasado, que batió récords, y disfrutaron de algunas de las mayores ganancias durante el boom bursátil, pero también se han visto desproporcionadamente afectados por las ventas de este año.
El Nasdaq Composite, dominado por las empresas tecnológicas, ha retrocedido casi un 28% en lo que va de año, lo que contrasta con la caída de poco más del 19% del S&P 500, mientras que el índice Renaissance IPO, que sigue a las empresas estadounidenses que han salido a Bolsa en los últimos dos años, ha caído más del 45%.
El mal de la incertidumbre
“Hay una enorme incertidumbre en este momento, y eso es el mayor enemigo del mercado de OPV”, opina Matt Walsh, responsable de mercados de capital tecnológico en SVB Securities.
“Creo que necesitaremos ver cierta estabilización en las perspectivas y que los inversores vuelvan a acudir a los estrenos bursátiles antes de avanzar en la curva de riesgo y acudir a las salidas a Bolsa de tecnológicas”.
La empresa de seguros de vida Corebridge completó la semana pasada la primera OPV de 1.000 millones de dólares en Estados Unidos desde enero, y la tímida acogida inicial puso de manifiesto la cautela de los inversores, incluso para las empresas más consolidadas y rentables.
Desplome de estrenos
Después de la operación de Corebridge, el volumen global de estrenos en Bolsa en Estados Unidos ha descendido un 94% en lo que va de año. Sólo se han recaudado por esta vía 7.000 millones de dólares en lo que va de 2022, frente a los 110.000 millones del mismo periodo del año anterior, según datos de Dealogic.
La operación de Corebridge se ha seguido de cerca como una señal del apetito de los inversores por más operaciones.
Sin embargo, Nicole Brookshire, socia del bufete de abogados Davis Polk, especializada en salidas a Bolsa de empresas tecnológicas, cree que otros factores, como los malos resultados, podrían tener “un impacto más grande” en las perspectivas de los nuevos emisores tecnológicos.
Según FactSet, los grupos de tecnología de la información del S&P 500 cumplieron a duras penas las estimaciones de beneficios en el segundo trimestre, y las previsiones para el tercer trimestre se han revisado repetidamente a la baja. Ahora se prevé que los beneficios disminuyan un 4% en términos interanuales.
Muchos grupos tecnológicos han respondido a la recesión haciendo mayor hincapié en el recorte de costes y mostrando avances hacia la rentabilidad, pero las empresas necesitarán tiempo para demostrar que los cambios están funcionando.
Un factor más positivo que prolonga la escasez de operaciones es el hecho de que las empresas tecnológicas lograron tanto capital privado antes de la recesión que “no hay una sensación de urgencia”. Aunque hay un pequeño grupo de empresas que planea cotizar en Bolsa este año, la mayoría parece haber aplazado sus planes hasta 2023.