Alemania aboga por usar los ingresos de los activos rusos congelados para ayudar a Ucrania
Mientras el régimen de Putin amenaza con abrir la caja de los truenos de una guerra nuclear si Occidente envía tropas a Ucrania (ver información en esta página), Europa tiene claro que no puede retroceder ni un milímetro en su presión económica a Rusia. Así, Alemania se posicionó ayer claramente a favor de utilizar los ingresos de los activos rusos congelados en el extranjero para ayudar a Ucrania a resistir la agresión de Moscú, que acaba de cumplir dos años. “Nosotros, como Unión Europea, estamos de acuerdo en que queremos utilizar los ingresos procedentes de los activos rusos para apoyar a Ucrania”, afirmó ayer el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, quien añadió que “se trata de una oportunidad adicional de política financiera para ejercer presión sobre Rusia”. Para el ministro germano, es vital proveer a Ucrania de los “recursos necesarios” para “resistir”. Así lo manifestó Lindner durante la reunión de ministros de Economía del G20 en Sao Paulo, en que vinculó la aprobación de un comunicado final del encuentro a que éste sitúe “la situación geopolítica en el centro” para que “no se produzca un cierto efecto de normalización”. Y es que para Alemania, como para el resto de la UE, el futuro del bloque se dirime en gran medida en Ucrania. Un diagnóstico compartido por el presidente del Banco Federal Alemán, Joachim Nagel, quien dijo que muchos de los desafíos económicos a los que se enfrenta el mundo en este momento están relacionados con el conflicto en Europa del Este. “Lo mejor que nos podría pasar es que Rusia se retirara de Ucrania; eso nos liberaría de muchos problemas económicos y podríamos centrarnos en cuestiones reales para el futuro”, señaló.
Por su parte, el Parlamento Europeo insistió ayer en la necesidad urgente de fijar un régimen jurídico “sólido” que permita la confiscación de los activos rusos inmovilizados por la UE y su uso para la compra de equipo militar para Ucrania, pero también para la reconstrucción del país e indemnizar a las víctimas de la agresión rusa.
En una resolución aprobada con 451 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones, la Eurocámara abogó por una mayor inversión en la industria de defensa europea para hacer frente a la “enorme divergencia” en el nivel de apoyo ofrecido por los países del bloque a Ucrania y reclamó que “todos los Estados miembros de la Unión y los aliados de la OTAN han de apoyar militarmente a Ucrania con no menos del 0,25% de su PIB al año”.