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Galicia se suma a la batalla fiscal bonificando Patrimonio al 50%
REBAJA DE IMPUESTOS/ La Xunta anuncia que duplicará la bonificación del 25% que aplica desde este año al Impuesto de Patrimonio a partir de 2023 renunciando a unos 30 millones de ingresos anuales.
La ofensiva fiscal desplegada por el PP el lunes desde Andalucía, que anunció que se sumaba a Madrid bonificando al 100% el Impuesto de Patrimonio, se ha ido intensificando durante la semana, con el aviso de Murcia de que estudia hacer lo propio en 2023, y culminó el viernes con la decisión de Galicia de duplicar la bonificación que ha estrenado en 2022 hasta situarla en el 50% el próximo año. El PP cierra así una semana, precedida de las rebajas fiscales ya anunciadas por Madrid la anterior, en la que sienta la bases de su propuesta política de cara a los comicios autonómicos el mes de mayo y las Elecciones Generales de finales del próximo año. Entre medias, el Gobierno central ha contraatacado criticando con dureza sus medidas y asegurando que reforzará la presión fiscal sobre las grandes fortunas creando un nuevo impuesto temporal que las grave a partir de 2023.
El último movimiento lo hizo el viernes el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, mano derecha del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que sustituyó al frente del Gobierno autonómico, que anunció un incremento del 25% al 50% en la bonificación autonómica de Patrimonio desde 2023. “Es mucho mejor bajar impuestos que subirlos”, argumentó en un foro de La Voz de Galicia en A Coruña, apostando por establecer “estímulos” para crear “un clima favorecedor” a la actividad económica en Galicia. Con todo, al ser preguntado sobre si planea bajar la tributación del combustible, que en Galicia se sitúa en el tramo más alto, adujo que “la Xunta no puede llegar a todo ni hacerlo todo en solitario”.
La bonificación de Patrimonio al 50%, según la Xunta, supondrá perder 30 millones de recaudación anual. Antes de comenzar a bonificar el impuesto, la región ingresaba por él 66 millones al año de 7.646 contribuyentes.
La medida supone un paso al frente de la región de origen del nuevo líder del PP en la batalla fiscal abierta entre los principales barones autonómicos del partido y el Gobierno central. Con todo, el recorte es más moderado que la anulación de facto del tributo que viene practicando Madrid (ahorrando 992 millones a sus 18.225 contribuyentes más acaudalados) y que sigue ahora Andalucía (que renuncia a ingresar 93 millones de sus 16.785 mayores fortunas). Está por ver hasta dónde llega
Podemos promete dar batalla por hacer permanente el nuevo impuesto a grandes fortunas
Murcia (que ingresa 27 millones al año de 4.082 fortunas) y si Castilla y León, la otra comunidad gobernada por el PP, mueve ficha (hoy ingresa 33 millones al año de 7.167 contribuyentes).
En paralelo, Andalucía ha anunciado que deflactará al 4,3% los tres primeros tramos de IRPF (hasta los 40.000 euros de salario bruto) para contrarrestar el efecto del alza de precios y salarios en la presión fiscal. Madrid y Murcia lo harán al 4,1%.
Siendo la deflactación de la tarifa una medida que tiene el apoyo de casi la mitad del Parlamento (el PP perdió su propuesta de impulsarla en todo el país por solo 4 votos), y que Hacienda se niega a aplicar aunque el PSOE la apoyó en País Vasco, el Gobierno ha respondido a la ofensiva fiscal del PP centrándose en cargar contra sus rebajas de impuestos a grandes fortunas.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, acusó el viernes al PP de “desmantelar el Estado del bienestar” con una carrera fiscal a la baja “muy destructiva” e instó a Feijóo a que “ponga un poco de orden” en las regiones que gobierna el PP.
Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cargó contra la competencia fiscal asegurando que es una práctica que Madrid puede permitirse por el “efecto capitalidad” pero que perjudica gravemente a otros territorios. “Qué sentido tiene que baje impuestos y luego diga al Gobierno que quiere un mayor volumen de recursos”, expuso. Montero criticó que el PP se dedique a crear zonas de baja tributación mientras que en la UE y la OCDE se trabaja en homogeneizar la carga fiscal. Génova repuso que quien rema contracorriente es el Gobierno pues Patrimonio es un impuesto en extinción en Europa.
De otro lado, Montero descartó dar nuevos detalles del nuevo impuesto a grandes fortunas que Hacienda ultima promover desde 2023 con una vigencia temporal inicial de dos años. Por su parte, Unidas Podemos, socio minoritario del Gobierno, anticipó que para ellos “lo más importante” es que el nuevo tributo “no sea temporal” y prometió dar batalla interna en la negociación de su diseño para que sea permanente.