Expansión Galicia - Sabado Int
La nueva temporada gira en torno al arte contemporáneo
De la magia de Leonor Serrano a la terapia de Francesc Tosquelles.
La temporada de otoño arranca en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía con la exposición Magia natural dedicada a la artista andaluza Leonor Serrano Rivas (1986), que se enmarca en el programa Fisuras del museo y que toma como punto de partida un momento –finales del siglo XVI, con Giovanni Battista della Porta, filósofo, alquimista, comediógrafo e investigador napolitano, como ejemplo– en el que el método científico, la magia y la filosofía compartían multitud de términos e intereses, no siendo el menor de ellos el puro impacto estético de la experimentación. Los trucos sensoriales de entonces que se relacionan con el gusto por las rarezas –reflejos, tubos sonoros, cámara oscura, linterna mágica, instrumentos astronómicos, cajas de música, autómatas, etc.– y en su versión religiosa por el coleccionismo de reliquias, serán reconocidos y revividos de algún modo por el arte actual.
El mérito de esta muestra es haber detectado y saber expresar esa vinculación oculta y misteriosa entre los arcanos del pasado y las inquietudes del arte vivo. Pretende crear intramuros del Museo un cosmos de espacios imaginarios para llevar al espectador a experiencias estéticas del mundo inadvertido de las sombras, a través de los mecanismos ilusionistas localizados dentro del cuerpo (o del ojo) del espectador: una gran proyección en vídeo que excede los límites de la pantalla para insertar en ella al visitante, una proyección en 16 milímetros que, reflejada, atraviesa la arquitectura de la sala. Por último, el entarimado de la Sala de Protocolo deviene en un gran tapiz realizado con los patrones de la partitura de la música que inunda la Sala de Bóvedas.
La obra de Leonor Serrano oscila entre lo performativo, lo arquitectónico y lo teatral, entendiendo al público como elemento indispensable para que la experiencia acontezca a través de un método sutil de “desaprendizaje”. La forma tan imaginativa en que la artista la reformula resulta radicalmente original. Casi imposible de narrar con palabras. Si la noción de obra de arte se transformó hace tiempo, exposiciones como ésta ponen en cuestión la noción actual del museo y la interdisciplinaridad del arte contemporáneo.
En colaboración con el Centre de Cultura Contemporània de Barcelon, el Reina presenta la exposición Francesc Tosquelles. Como una máquina de coser en un campo de trigo, que recupera la historia de este psiquiatra (1912- 1994) nacido en Reus y exiliado en Francia desde 1939 mediante el registro de la trayectoria biográfica y el contexto político, cultural y profesional del autor en documentos, fotografías y grabaciones en las que se expone su concepción de la práctica psiquiátrica.
En el Hospital Psiquiátrico de Saint-Alban-sur-Limagnole, Tosquelles desarrolló una práctica innovadora que vinculaba el ejercicio clínico con la política y la cultura y concebía la escritura, el arte y el teatro como instrumentos básicos de la terapia. En Saint-Alban, artistas de vanguardia como Paul Éluard o Tristán Tzara convivieron con internos y trabajadores, cuestionando la división tradicional entre normalidad y patología, abriendo las puertas de la institución y fomentando los vínculos sociales. Tosquelles inaugura un campo fértil de actividad que dio lugar al nacimiento del art brut, al tiempo que fue capaz de crear un espacio de inclusión en el que personas “normales” y “marginales” –enfermos o exiliados, como él mismo– encuentran un territorio común.
Posfranquismo
Aún podemos ver en el Museo Reina Sofía la exposición historiográfica Crónicas de un discurso. La Galería Juana Mordó en el arte posfranquista. Como parte del cambio de paradigma estético e ideológico que supuso la transición democrática en el país, la Galería Juana Mordó (19641994) fue una galería emblemática de la vanguardia española y el escenario y testimonio de las disputas entre varias propuestas artísticas en un contexto de proliferación de diferentes discursos, todos en pugna por ocupar el espacio de lo hegemónico entre la visión hedonista y libre del arte o la que defiende la intención crítica y combativa de la contemporaneidad. Crónicas de un discurso toma como punto de partida materiales del archivo de la galería para construir una narrativa en torno a tres grandes ejes temáticos: el arte político y la política del arte, la internacionalización del arte español y su relación con el mercado institucionalizado. A partir de estos polos temáticos, pone de manifiesto la imposibilidad de construir un relato único sobre lo que socialmente se entiende por arte español, identificando otras tensiones discursivas del tardofranquismo y la transición a la democracia que hoy continúan sin resolverse.
A todas estas exposiciones de una joven de Málaga, de un catalán del exilio, una galerista madrileña de origen greco-sefardí, se sumará próximamente la del sevillano Manolo Quejido.