Apremia un impulso a los fondos europeos
Nuestro país recibirá 24.000 millones de euros más de los fondos europeos de recuperación, elevando el total hasta 164.000 millones. Una buena noticia que ha de ser correspondida por el Gobierno con una ejecución eficaz y pronta, que no precipitada, de los proyectos financiados con esos recursos. Se trata de la mayor inyección de fondos públicos en la historia de nuestra economía, pero organismos como el Banco de España han rebajado en varias ocasiones su impacto en el crecimiento por los retrasos que acumula su despliegue. España es el único país europeo que ya ha recibido los dos primeros tramos de ayudas, pero existe una enorme brecha entre los fondos asignados y los ejecutados. Hasta el momento se han priorizado los proyectos públicos, que la oposición denuncia incluyen un fuerte gasto en promoción electoralista, pero autónomos, pymes y grupos empresariales denuncian que el dinero no llega al mismo ritmo al tejido productivo, por lo que exigen simplificar los trámites y flexibilizar los plazos. El aumento de los fondos europeos se debe al peor comportamiento del PIB –España es la única economía de la zona euro que no ha recuperado aún el nivel de riqueza previo a la pandemia–, los mayores créditos ofrecidos por la UE y los recursos adicionales previstos para proyectos medioambientales. Por eso, es vital que se asignen con transparencia y primando los proyectos tractores que puedan impulsar la productividad y la competitividad del conjunto de la economía, así como disipar las dudas sobre la fiscalización del uso de los mismos exigida por las autoridades europeas.