COP27: la brecha de las energías renovables, oportunidad para España
TRANSICIÓN ENERGÉTICA/ Los expertos reunidos en Egipto claman por no abandonar la senda de la descarbonización y piden un esfuerzo redoblado en renovables, en las que España ocupa una posición privilegiada.
“Hago un llamamiento a los líderes mundiales para que cierren con urgencia la brecha en el desarrollo de las renovables en busca de unas economías resilientes, energéticamente seguras e inclusivas”, clamaba estos días el director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), Francesco La Camera, en la COP27.
Un llamamiento que se une al reciente de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) al asegurar que “una mayor inversión en energías limpias habría ayudado a moderar el impacto de la crisis, y la eólica, la solar y la eficiencia energética representan la mejor forma de salir de ella”. El mismo llamado que hizo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el mes pasado.
La brecha a la que se refiere La Camera es la que existe entre la potencia renovable que se alcanzaría en 2030 con los objetivos actualmente fijados, de 5,4 teravatios (TW), y la que Irena estima que sería necesaria para cumplir con los 1,5 ºC pactados en París, 10,8 TW (como se ve en el gráfico).
Acción inmediata
En su informe Objetivos de energía renovable en 2022: una guía para el diseño, Irena advierte a la comunidad internacional que “las renovables ofrecen una solución climática fácilmente alcanzable, pero que requiere acción inmediata”.
España, por su privilegiada posición en sol y viento, además de reunir condiciones geoestratégicas idóneas para ser un hub del hidrógeno renovable, debería partir con ventaja en dicha estrategia. En 2021, España fue el segundo país europeo en generación eólica y solar, con datos de Redeia (antes REE), y según el operador del mercado, en lo que va de 2022, la producción fotovoltaica ya ha superado la cifra que se alcanzó en todo 2021. En cuanto a energías fósiles altamente contaminantes, como el carbón, España produce el 2,2% de su electricidad con este mineral y tiene comprometido eliminarlo para 2030. El país se sumó a la Powering Past Coal Alliance el año pasado.
La financiación, clave
Para lograr los objetivos de descarbonización y avanzar en las energías renovables a nivel global es clave la financiación de los proyectos. Movilizar los miles de millones de inversión necesarios, con importante participación del sector privado, no resulta fácil en un momento en que la crisis climática ha vuelto a sumar atractivo a las inversiones en combustibles fósiles.
Hay urgencia por actuar y crear las condiciones adecuadas. “Cualquier falta de acción a corto plazo reducirá todavía más la probabilidad de mantener el objetivo de 1,5 °C al alcance de la mano”, dice el informe.
Para conseguir la neutralidad climática sería necesario cerrar la brecha que denuncia
Irena, lo que implica que el objetivo de capacidad de generación eléctrica renovable para 2030 tendría que duplicarse hasta esos 10,8 TW.
Con la voluntad necesaria, no debería resultar complicado. Según el informe, para cumplir los objetivos actuales para 2030 habría que agregar un promedio anual de 259 gigavatios (GW) en los nueve próximos años, cifra inferior a la capacidad instalada añadida a nivel global en los dos últimos ejercicios, que fueron 261 GW por año pese a las complicaciones provocadas por la pandemia y los problemas en las cadenas de suministro.
Plan nacional
En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030, establece una participación del 42% de las renovables en el total energético para 2030, mientras que en Europa, según el Análisis de Impacto de la Comisión, la penetración de las renovables en la energía final se incrementaría hasta alcanzar entre el 38% y el 40% del total para 2030.
Pero llevar a cabo estos planes exige inversiones cuantiosas, lo que requiere un marco legal estable, una fiscalidad atractiva y menos trabas burocráticas para que la necesaria inversión privada siga a la pública.
Como dice María Mendiluce, directora ejecutiva de We Mean Business Coalition, “los gobiernos deben simplificar el mecanismo de permisos, particularmente en Europa, donde los complicados procesos están estancando el despliegue de nueva capacidad renovable. El desarrollo de proyectos de energía renovable puede llevar hasta 10 años en algunos lugares debido a factores como la responsabilidad dividida entre varias agencias gubernamentales y la falta de personal”.
España fue el segundo país europeo en generación eólica y solar en 2021, según Redeia
Movilizar la inversión renovable no es fácil cuando la crisis ha devuelto atractivo a las energías fósiles