Iberdrola mejora sus estimaciones
En su Día del Inversor, Iberdrola presentó ayer su actualización estratégica 2020-25 con objetivos más ambiciosos que los marcados en la anterior cita hace dos años. Destaca de nuevo el compromiso inversor, con una estimación de 47.000 millones en el trienio 2023-25, con Estados Unidos a la cabeza (47% del total), seguido de Reino Unido (16%) y España (13%). Del importe estimado, el 57% irá a redes (incluyendo PNM Resources en Estados Unidos) y el 38% a renovables. El grupo anticipa un crecimiento anual del ebitda del 8%-9% hasta 16.750 millones en el punto medio del rango en 2025, que compara con la previsión de 13.000 millones este año. Se espera que España contribuya el 31% y Estados Unidos el 24%. El beneficio neto también se prevé crezca entre el 8% y el 10% hasta 5.300 millones en el punto medio del rango. Destaca por modesto el objetivo 2025 de rentabilidad sobre el capital empleado (Roce) del 6,5% como mínimo, que la compañía justifica por un coste medio del capital en el entorno del 5%, cuestionable por lo reducido. Pero a pesar de esta baja rentabilidad, la cotización de Iberdrola ha mejorado un 56% en los últimos cinco años y el grupo capitaliza 65.350 millones de euros, habiendo dejado atrás a la italiana Enel, anterior líder sectorial europeo por capitalización, que está en 49.200 millones. En todo caso, el fuerte compromiso inversor y el aumento de la remuneración al accionista encajan con un cuadro de financiación holgado, y el apalancamiento financiero se espera que baje ligeramente hasta 3,4 veces el ebitda, con una deuda neta en 2025 en el entorno de 57.500 millones de euros. En cuanto al dividendo del grupo, pasa de 0,44 euros este año, a un mínimo de 0,46 euros en 2023 y 2024 y a un mínimo de 0,50 euros en
2025, lo que supone a la cotización actual una rentabilidad 2025 del 4,8%. En suma, Iberdrola se encuentra en una fase de gran fortaleza, con un mix de producción muy competitivo y una gran proyección internacional.