Rechazo masivo de las patronales del transporte al paro indefinido
SIN RESPALDO/ Las principales asociaciones de transportistas ven irresponsable la huelga. Fenadismer, que aglutina a decenas de miles de pymes y autónomos del sector, rechaza por unanimidad secundarla.
Una tras otra, las principales patronales del sector del transporte de mercancías por carretera han mostrado su rechazo a la nueva huelga indefinida convocada a partir del 14 de noviembre por la minoritaria Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte, que ni siquiera tiene representación en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), que aglutina a una docena de patronales representativas del 85% de las empresas del sector y que se opone de plano a esa convocatoria. Consideran que ni es el momento de reeditar un paro que en marzo tensionó al máximo la cadena de suministro en España, bloqueando la actividad económica en pleno estallido de la guerra en Ucrania (el PIB se contrajo un 0,2% en el primer trimestre), ni la situación lo justifica tras las concesiones efectuadas entonces por el Gobierno para zanjar el conflicto. Fenadismer, la segunda patronal con mayor representación en el sector, asestó ayer un duro golpe a la convocatoria al rechazar “por unanimidad” secundar el paro. “Las medidas legislativas, tanto estructurales como económicas, aprobadas en este último año no justifican en la actualidad llevar a cabo esta medida de presión límite”, afirmó la asociación. Su desmarque es muy relevante. Primero, porque esta patronal sí secundó la huelga en marzo. Y segundo, porque aglutina a unas 32.000 empresas de transporte y a más de 60.000 vehículos, todos ellos pymes y autónomos, por lo que su ausencia resta aún más legitimidad a una convocatoria que se produce en un momento crítico para la economía y en vísperas de campañas tan relevantes para el consumo como el Black Friday
o la Navidad, y a la que el sector está dando la espalda de forma mayoritaria. De hecho, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), la patronal mayoritaria del transporte, ya había manifestado el lunes su oposición a la huelga, denunciando que “es un descaro que se intente engañar a los transportistas y que les hagan creer que la única solución es la de paralizar sus camiones” y haciendo un llamamiento al Gobierno para que las fuerzas de seguridad actúen con la “contundencia y firmeza” necesarias para que las empresas de transporte garanticen el suministro.
Las muestras de rechazo se suceden a lo largo y ancho de la geografía española. Así, la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) anunció ayer que no secundará el paro, sumándose a la decisión ya tomada por las federaciones de Alicante y Castellón. Y tampoco lo harán los transportistas de Baleares, Aragón, Murcia o País Vasco. En esta salida en tromba contra la nueva convocatoria de huelga, CEOE,
Cepyme y ATA manifestaron ayer su oposición al paro, advirtiendo de que “sólo agravará la difícil situación económica” que ya sufren empresas y ciudadanos, mientras que la patronal logística UNO avisó el lunes de que “es irresponsable convocar una movilización de estas características, pues pone en peligro la cadena de suministro en un momento estratégico del año para miles de empresas que se juegan ahora su cuenta de resultados”. Los convocantes ni siquiera cuentan con la comprensión de los sindicatos UGT y CCOO, que niegan que se pueda hablar de huelga y recuerdan que no tiene cobertura legal para organizar piquetes. El sector coincide con la plataforma convocante en que los transportistas siguen afrontando serias dificultades, pero abogan por la vía de la negociación con el Gobierno para avanzar en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en marzo.
CEOE, Cepyme y ATA advierten de que una nueva huelga “solo agravará la difícil situación económica”