“Latinoamérica ha demostrado que se puede crecer contaminando menos”
ENTREVISTA SEBASTIÁN NIETO PARRA Responsable para América Latina de la OCDE / La matriz renovable en la región alcanza el 33%, casi el triple de lo que supone a nivel mundial. El potencial “es enorme”.
Sebastián Nieto Parra, responsable de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para América Latina habla con EXPANSIÓN desde Egipto, donde ha participado en la COP 27. Este colombiano, doctor en Economía, tiene muy claro que la transición verde ofrece grandes posibilidades de desarrollo en la región, aunque insiste en la necesidad de movilizar conciencias, gobiernos y al sector privado para que esa promesa de futuro cuente con la financiación imprescindible para que se haga realidad.
-¿Qué fortalezas tiene América latina de cara a la transición verde?
Si hay algún campo en el cual vemos que la región puede mostrarse como un actor importante a nivel mundial es la transición verde. Si miramos a América Latina en relación a otras regiones del mundo, vemos que en cuanto a regiones de similar nivel de desarrollo, las emisiones contaminantes de América Latina son menores. Lo que demuestra que se pueden generar mayores niveles de desarrollo con menos emisiones de C02. Además, América Latina tiene un alto porcentaje de energías renovables, el 33%; a nivel mundial ese porcentaje es apenas del 13%. Ahí vemos cómo ya existe un uso intensivo de energías renovables, pero también hay un potencial enorme, en solar, eólica e hidrógeno. Tenemos un porcentaje alto de materiales que se necesitan para las energías renovables, el 60% de las reservas de litio están en América Latina.
-¿Qué países están mejor preparados para obtener el máximo beneficio de la transición verde?
Hay muchos países que han impulsado una agenda verde aprovechando toda su biodiversidad. Por ejemplo Costa Rica ha desarrollado la agenda verde en diferentes esferas; también tenemos recientes casos como el de Chile o Colombia que hace poco aprobó una ley de acción climática y por supuesto todo lo que se ha venido haciendo de acompañamiento financiero, todo lo que es taxonomía verde y emisiones de bonos verdes, como es el caso de Chile, también. -Precisamente Chile, y también Argentina, son los países que más fuerte están apostando por el hidrógeno verde. ¿Es realmente la energía renovable del futuro?
Sin duda el hidrógeno verde es una de las fuentes de energía renovable más importantes de cara al futuro, pero precisa grandes inversiones. Se necesitan también fuentes de energía solar y demás que se puedan aprovechar para promover el hidrógeno verde, pero el potencial es grande en países como Argentina y Chile.
-¿Cuáles son los retos financieros de la transición verde?
Si queremos generar empleos formales en América Latina gracias a la transición verde esto implicaría aumentos de inversiones tanto públicas como privadas. De aquí a 2030 queremos que la transición verde tenga un efecto positivo de creación de empleo formal de más del 10% en la región pero para eso hace falta
“La desaceleración afectará a la región, pero no se pueden recortar los compromisos medioambientales”
“Tenemos un alto porcentaje de los materiales necesarios para la tecnología renovable, como el litio”
“Los impuestos verdes sólo representan el 1% del PIB en América Latina, la mitad que la media de la OCDE”
un aumento de más de 3 puntos porcentuales del PIB en inversión cada año en todos los sectores verdes de la economía. Son cambios importantes. Estamos en tasas bajas de financiación por el momento.
-¿Cómo se puede estimular la financiación?
Por el lado público hay que mejorar la estructura fiscal en América Latina; es una región en la que la tasa de recaudación de impuestos sobre el PIB es del 22% y en los países de la OCDE llega al 34%. No se trata de que la región alcance ese nivel pero se puede aumentar en varios puntos porcentuales para financiar la transición verde. En cuanto a los impuestos medioambientales, representan cerca del 1% del PIB en América Latina cuando en la OCDE ese porcentaje es del 2%. Además de eso, hay que involucrar más al sector privado y ahí entran las emisiones de bonos relacionados con el medio ambiente. Estas emisiones han aumentado en la región sobre todo gracias al sector privado, porque el 40% de todas corresponden a empresas y organismos privados.
-¿Cree que hace falta también una mayor conciencia social sobre la necesidad de llevar a cabo políticas favorables al medio ambiente y a su financiación?
Sí, se necesita responder a las demandas de la ciudadanía. Cerca del 70% de los latinoamericanos cree que no responder al cambio climático desde ya supone un riesgo elevado. Ahora se trata de que los gobiernos respondan a esas peticiones.
-¿Podría ser la transición verde la clave para que América Latina alcance el pleno desarrollo a nivel regional?
En América Latina ahora mismo hay un tercio de la población que vive en la pobreza y la pobreza extrema ha seguido aumentando en la recuperación pos-Covid. Cerca de un 45% de hogares son informales. La transición verde tiene que ser justa también. Los más vulnerables al cambio climático son los más pobres.
-¿Cree que los compromisos relacionados por el cambio climático podrían sufrir un recorte si el año que viene se produce la temida desaceleración?
La coyuntura internacional es compleja y afecta a Latinoamérica porque todos los países están abiertos a flujos financieros y comerciales. Por eso, desde ya mismo hay que generar la mayor cooperación posible a nivel internacional, para que esa desaceleración no afecte a los compromisos de la transición verde.