IAG, Air France y Ryanair suben precios
Las aerolíneas han aprovechado el boom de la demanda durante este verano para elevar precios e intentar resarcirse de los dos años nefastos que han experimentado como consecuencia de la pandemia. IAG, Air France-KLM y Lufthansa situaron su tarifas entre un 20% y un 24% por encima de 2019 en el mismo periodo, mientras que Ryanair vendió sus billetes un 14% por encima que antes de la pandemia. La aplicación del juego de la oferta y la demanda ha sido de manual. En la demanda no hay duda de que la población ha intentado recuperar la normalidad previa a la pandemia tanto como ha sido posible, para lo cual la subida de los precios no ha sido un obstáculo. Si el transporte aéreo pierde usuarios no será por las tarifas, que en general siguen siendo asequibles, sino por otros motivos que tienen más que ver con la macroeconomía y las expectativas para los próximos meses. La oferta también ha tensado los precios, con la convergencia de factores muy reseñables como el alza de los combustibles, las reivindicaciones de incrementos salariales, la insuficiencia de aviones, la falta de mano de obra y la capacidad mermada en aeropuertos europeos clave, lo que ha obligado a las aerolíneas a concentrar sus rutas de corto y medio radio en los corredores más rentables y, a la vez, les ha permitido llenar más los aviones. Aunque algunos elementos que han taponado la oferta han comenzado a diluirse, es previsible que las aerolíneas, aprovechando que el incremento ya se ha producido, mantengan estos precios relativamente elevados, entre otros motivos, para recuperar la senda de beneficios que les permita devolver deuda, seguir financiando la compra de nuevos aviones para contaminar menos y, en última instancia, recuperar el pago de dividendos. A corto plazo las cosas no deberían cambiar mucho a la vista de que la recuperación de la actividad en España ya se encuentra en el 97% y de que los propios grupos prevén, a pesar de todo, un invierno con la demanda fuerte y los precios en la banda alta.